Estrenada con éxito en la más reciente edición del Festival de Sundance, Brujería es la nueva producción de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín junto con el mexicano Nicolás Celis.
Brujería es una cinta que mezcla dos géneros. En la superficie se trata de una cinta de venganza mezclada con cine de terror, pero en otra lectura, estamos también en un coming-of-age que sucede en el peor escenario posible: un pueblo chileno de 1880 que ha sido colonizado por alemanes.
Rosa (Valentina Véliz) es una adolescente indígena cuya familia trabaja para inmigrantes alemanes. Un día todos los corderos del patrón amanecen muertos y éste manda a sus feroces perros a atacar al papá de Rosa, quien muere por las múltiples mordidas de los animales.
La muchacha acude con el alcalde del pueblo, pero este le dice que los asesinos fueron los perros (y no el patrón) por lo que no hay nadie a quién perseguir (“No puedo encarcelar a los perros”). Después acude con el cura del lugar, quien le dice que el señor opera en modos misteriosos, pero le da un consejo: verse en el reflejo del agua.
Lo que Rosa ve son sus facciones y su color de mujer indígena. Es entonces que sabe a quién acudir. Se une a un grupo llamado Recta Provincia, donde un hombre llamado Mateo (Daniel Antivilo) es una especie de líder en resistencia a la forma en cómo los indígenas son subyugados en la isla. Aunque claro, sus métodos parecen tener algo que ver con la brujería.
El realismo mágico se mezcla con el cine de venganza y algo de terror. El cineasta chileno Christopher Murray sabe crear atmósferas ominosas gracias a las buenas actuaciones de todo su reparto, pero fundamentalmente gracias a la extraordinaria cámara de María Secco (Club Sandwich, Te Prometo Anarquía) quien se toma su tiempo para recorrer con su cámara los vastos paisajes naturales que recorre Rosa en su paso de transición hacia este mundo de magia y brujería.
Contra todo pronóstico, esta historia está basada en una historia real ocurrida en esta misma región y que al parecer es un relato medianamente conocido sobre la fundación de Chile como nación.
Confieso que en un principio sentí que el tema era demasiado local para tener resonancia con un público no familiarizado con la historia de Chile pero (al menos para quien esto escribe) sucedió todo lo contrario. El gran mérito de la cinta es que no obstante su ritmo pausado y lo focalizado de la historia, sabe atrapar la atención de la audiencia para no dejarla ir nunca.
Brujería se puede ver en salas de cine.
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