¿Por qué guardamos secretos, y hasta qué punto es sano mantenerlos bajo llave? ¿Qué hay en aquello que no queremos recordar, pero que al mismo tiempo lo tenemos tan presente? ¿Por qué guardarle rencor al pasado cuándo se tiene la oportunidad de trascender el trauma y sanar?

Cristina (Emma Dib, Párpados Azules, Leona), Bruno (Jesús Estrada Escobedo, Goya, Regresa) y Sony (Teresa Sánchez, La Camarista, Tótem) se reencuentran a la espera —un tanto claustrofóbica— de la melancólica recuperación y casi trágica muerte de Gema, su madre. Dentro de la casa de Gema quedan recuerdos encapsulados en VHS y álbumes familiares. Secretos y largos silencios enmarañados envuelven cada rincón de la casa en la que, sin quererlo, se desempolvarán memorias desoladoras paralelamente con ayuda de los ojos de videotape de Mónica que sirven para entender las reminiscencias y con ellas, las circunstancias que los llevaron a tomar distanciamiento.

Tati (Ruth Ramos, La Región Salvaje, Diabla), hija de Cristina, es quién, sin intenciones de querer ser “entrometida”, se acerca con una curiosidad genuina a escarbar el pasado y al mismo tiempo coopera a dilucidar las vejaciones y resentimientos fraternales.

Algunas de las mayores virtudes de La Eterna Adolescente son la fidelidad estilística que mimetiza los formatos e intenciones nostálgicas, así cómo también la complejidad emocional de los personajes de los que emergen toda una gama de matices desoladores; destacando a Cristina por la aflicción contenida que la oprime y la desborda al unísono.

Eduardo Esquivel deja atisbos autobiográficos en esta ficción de la que emergen espíritus afligidos, con llagas en el alma que buscan ser sanadas, o cuando menos, comprendidas.

A continuación unos fragmentos de la entrevista con el director.

¿Qué te inspiró a escribir La Eterna Adolescente?

En este caso definitivamente hay una evocación muy fuerte a los archivos familiares y como descubrimientos que también gracias a la ficción pues ahora entiendo mejor cómo significó toda esta obsesión que también tanto mi madre como muchas personas tías de la familia, pues tenían con la historia de su hermana menor que a mí me tocó conocerla por sus anécdotas, por cómo la contaban, pero pues ella estaba muerta. Entonces, como que esa está construcción de un personaje como si fuera un personaje de ficción mientras vas creciendo, porque yo recuerdo que yo creo que desde cuna me contaban la historia o se contaba en en la habitación, en la mesa. Entonces también pues eso tiene que ver mucho con una obsesión ahí como con tratar de entender mejor justo como una historia de suicidio en la familia, como una historia de la neurodivergencia en la familia, ¿no? Una historia como la del abandono, de la disrupción como de la comunicación. O sea, como falta de comunicación que creo que con todas las familias existe y que estos sucesos fracturan, fragmentan para sanar, al final de cuentas, pero como que es como que una serie de cosas que inspiraron una narrativa, una historia porque también fue muy rudo profundizar de esa manera, abrir la herida tanto, era un momento donde también estaba como en un proceso de duelo porque mi madre murió en el proceso y era una coyuntura ahí bien interesante porque al final puedes esperar cosas o tragedias, pero a veces me pongo a pensar muchísimo como en la idea de “¿Qué estaba viviendo?” “¿Qué estaba sintiendo más que viviendo?” También viviendo, pero “¿Qué estaba sintiendo mientras hacía la película?” Y ese sentimiento era demasiado oscuro pues era un sentimiento de duelo a mi madre, una emoción que yo creo que pues claro que cada vez que veo la película de alguna manera ahí está también esa energía que me ayuda a procesarlo.

La Eterna Adolescente, al fungir cómo un ejercicio autobiográfico. ¿Cómo fue tu catarsis una vez concluida la película? ¿Qué cambió dentro y fuera de ti?

Al final también no deja de ser como un proyecto en donde creativamente me involucré muy fuerte con con con mi equipo y a niveles en donde parte de mi equipo son personas que he amado profundamente, personas que me han visto crecer, personas que han estado ahí, en los lugares más oscuros de mi vida, de mí. Entonces también como que el hecho de estar haciendo una película donde la catarsis tenía este nivel de contención que no es sólo cómo nivel de contención o red, sino es tu crew. Estos son tus productores, tu fotógrafo, todas tu diseñadores de producción, tus actores, se vuelven también tus cómplices de esa catarsis. Esta cuestión liberadora de los actores, se vuelve liberadora, hasta casi una experiencia hasta medio sobrenatural de cuando vienen estas ideas autorreferenciales me ayuda a pensar mucho cómo dejar ahí un poco de mi, sobre mi madre en uno de los personajes, dejar ahí como ciertos espíritus, ¿no? También que estaban ahí atoradas sobre mi sexualidad, sobre mi visión en el mundo.

¿Cuáles fueron los mayores retos y las bondades al escribir y realizar "La Eterna Adolescente”?

Pues el reto profesional, ¿no? Debe hacer una primera película con estas condiciones, es una peli de ficción con unas ambiciones muy específicas, en el sentido de ambiciones sobre relación a una producción necesidades de producción. O sea, un retazo, ¿no? O sea, un retazo que era filmar el frío, la nieve y el hacer un equipo de producción que sostuvo y contuvo, como bien te dije, todas las locuras que se me ocurrieron a mí y también afortunadamente, uno de los co-escritores es mi socio con quien terminé la la universidad hicimos nuestra primera película, entonces tenemos una red también muy bonita, una productora en Guadalajara. Entonces, por un lado eso y creo que van desde los retos de escribir también una primera película y cómo sentirte seguro para avanzar y hacerla, pero esa seguridad tiene mucho que ver con que estás fuera de tu burbuja, que estás con un productor o dos productores, que te están coescribiendo, Yo la verdad soy muy de procesos abiertos, me encanta porque la verdad me fascina la retroalimentación, la complementación y también esta idea de lo solitario algún día lo haré, pero yo reconozco que que sano pedir ayuda, para complementar, impulsar tus ideas, tus proyectos, es sanísimo. En este caso, lo que continúa es más bien el reto de la producción, de la búsqueda de financiamiento, aparte, la película se filmó después de la pandemia, pero empezamos a filmar en pandemia y se desarrolló durante. Entonces pasaron mil cosas, la vida encima aparte. Lo increíble de esa etapa fueron los ensayos para un análisis muy profundo de personajes. Éramos muy clavados en estos ensayos pues tenían que hacer más estudio de personaje e investigación de campo, entonces con todos nos íbamos a hacer dinámicas muy específicas sobre sus personajes. Con el personaje de Cristina que está muy ligado al universo de mi madre, iba a estos retiros espirituales de mujeres que se refugiaban en la religión y adoraban a la Virgen, que entrenaban su espiritualidad.

Se nota mucha sintonía y sensibilidad en cada integrante de la familia, transmiten toda una gama de emociones lacerantes. ¿Cuál fue tu proceso para elegir a tu elenco? ¿Cómo fue trabajar con ellas/os?

Fue un proceso de muchísima paciencia, de estar y reunirse con las personas indicadas, como con las con las personas que están conectando contigo con esa búsqueda.

Como por también por la idea de que era una película que tanto Bueno, se tenía que buscar una doble representación en el pasado y en el presente, y el presente dictaminó a buscar el pasado porque era buscar los perfiles de los actores del presente. Entonces para empezar fue como una idea de hacer invitaciones directas. Emma Dib fue una de las primeras actrices que gracias al asesoramiento también de otra gran amiga que en ese momento me ayudó muchísimo a entender la película, que es otra actriz que es Martha Claudia Moreno con quien hice un cortometraje hace muchos años con exploraciones muy similares. Entonces, también era una exploración de cómo entre actrices te acompañan, te ayudan a conceptualizar y a visualizar tu casting.

Noto toda esta situación de ver los álbumes familiares y ver los VHS como lo hizo Tati como rituales, tomarte el tiempo necesario para revisitar estos recuerdos para hacerte muchas preguntas sobre vislumbrar un un pasado que ya no existe.

Tati fungió directamente como el puente entre los recuerdos y el presente, fue la que desencadenó que fueran emergiendo poco a poco estas contenciones emocionales, también en la misma casa convergen distintas generaciones y ver los VHS los álbumes de fotos que ahora por la llegada de la tecnología nuestros álbumes de fotos son los celulares, los rituales han cambiado.

Pues es que pienso que si atravesando esta, ahora que me haces pensar así, siendo esta generación que atravesó este cruce de generación de formatos, o sea, de formatos físicos, nuestro imaginario está construido con film, con tape, con los celulares de los 2000, obviamente lo contemporáneo. Toda esta inundación también todo el tiempo pues por consumir imágenes, por investigar. Y creo que sí es un anclaje muy contundente el personaje de Tati, también hay como un paralelismo con un personaje que me representa y representa más a esta generación que se hace preguntas sobre el pasado de sus padres, de su madre, de sus abuelas, ella empieza a pensar, ¿no? Es un lugar en donde también pero eso me atraviesa a mí en lo personal, siento que necesito saber de dónde vengo y de dónde vienen ciertas historias que no están concluidas, bien resueltas y en este caso son estas historias que no se pueden ocultar. Tener un personaje que es el que escarba el archivo familiar con el que te buscas representar un poco porque pues eres el que hace las preguntas, aunque parezca un poco infantilizado, el preguntar por algo tan obvio cómo porqué se fue mi tía.

Dentro de la familia de cada persona hay siempre un integrante que recuerda mucho, que siempre cuenta las anécdotas de su infancia siempre con detalles, es impresionante que te den tantos detalles, tener esos recuerdos tan vívidos, es algo que sentí con estos personajes y más con Cristina, ella no quiere tocar los recuerdos no porque los rechace, sino porque le duelen, aunque en algún momento dado se desborda con sus hermanos, ya no puede con la contención emocional y explota.

Sí, eh, Cristina, un altar. Un personaje como los que representan a la sociedad mexicana, las mujeres mexicanas y en el mundo en general, pero sí creo que hay como algo muy puntual que es como quien de alguna manera tiende a tener esa como sentencia de ser quien cuida, quien carga con toda esta formación, quien la tiene que ocultar o la tiene que proteger como una heredera a la maternidad porque pues eso la idea como inspiracional, como vertical de no verse vulnerable. Personajes como Cristina, que quieres ayudar a que se desahoguen, a ser vulnerables, a buscar ayuda y que al final son tan ¿Cómo decirlo? Cómo buscan ser protectoras, que hay una idea como de ser invencibles, de ser todopoderosas y creo que también esa idea de construir un personaje así pues definitivamente pues viene mucho como como ya en el proceso, tanto a Emma, aparte hizo un trabajo precioso, jugó con cómo contener a ti en la cuenta, ¿no? Cómo soltar cuando tenía que soltar, cómo seguir jugando con su rudeza, cómo encontrar las inhibiciones de nuestros compañeros de cena, con cómo encontrar su mismo espejo, porque yo creo que todas y todos en la película se vieron reflejados porque pues no es una no es Spider-Woman, pues, es una familia mexicana y no te puedes escapar de una familia mexicana. Por lo menos nadie de este set se escapaba de esa idea de la familia mexicana.

Hoy en día que en las redes sociales que siempre nos vemos inmersos como en estas figuras idílicas, ¿no? Estos creadores de contenido quieren disfrazarse con ”mi familia perfecta, mi novio perfecto, mi yo perfecto”, por ello es que esta película me hizo darme cuenta y regresar a la realidad de que la relación dentro de las familias y dentro de uno mismo y la vida en general no es perfecta y está bien que no sea así.

Tienes toda la razón con quién quieres dejar al espectador. Como que siento que también, o sea, al final hay una hay una serie como de diversidad de líneas autorales, ¿no? En el cine mexicano contemporáneo. Pero sí, definitivamente eh hay algo bien bonito pues con todo lo que te digo de honrar, de verlo luminoso, de filmar luminoso, de llegar a la catarsis, como bien ahorita dijiste de o o la vulnerabilidad más onda de Cristina, pero hay que salir de ahí, hay que o darle la vuelta o salgamos de ahí. ¿no? ¿Qué pasa? Pues sí. Lloramos, pero nos podemos reír, pues, y creo que es una gran virtud, no tener miedo a incomodar, creo que podemos incomodar, también estamos incomodando, de alguna manera, a ciertas estructuras clásicas o narrativas clásicas, creo que hay muchos elementos muy weird o muy joteros en la película, la verdad. Entonces, bueno, hay una relación ahí de cómo nos vulneramos en muchos sentidos y hasta dónde, pero también hay que saber que si en el cine nos vamos a vulnerar, y hay una idea como de invocar al trauma mucho, porque esta película invoca al trauma.

¿Qué le dirías a aquellos/as cineastas emergentes en un momento latente donde se habla de la ausencia de la industria cinematográfica en México?

La ausencia justo como resistir a la ausencia de estar presente en el mar y no sólo cómo desde una idea utópica de éxito, sino como de una expresión que pueda acompañar procesos y el cine es muy y puede ser muy accesible en estos tiempos. Entonces también pienso que en 2025 hacer cine es muy accesible. El trabajo en equipo para mí ha sido pilar para que exista lo que existe, considerar que después de 10 años de estar empezando a hacer nuestros primeros proyectos, pues podemos ver que existe la posibilidad de crear vínculos y redes con tus amigos, con tu familia. O sea, como es importante también quienes no venimos de círculos artísticos tan de abolengo, por así decirlo, como que sintamos que es es posible todo el tiempo ser eh encontrar un espacio más que ser parte de pero encontrar un espacio creativo, ¿no? O sea, eso se puede encontrar en todo en muchos lugares. Creo que tiene mucho que ver con cómo nos atrevemos, ¿no? O sea, no es sencillo. Yo tampoco soy la persona más atrevida del mundo, pero como que hay algo en mi naturaleza que me impulsó a atreverse a hacer cosas y digo bueno, atreverse es un gran acto para empezar.

Ojo Verité, reseñista, analista y crítica cinematográfica. Gestora cultural. @ojo_verite_

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