¿Se ha hablado lo suficiente de la vida de Frida Kahlo? ¿Desde qué mirada se habla de ella cómo mujer y artista? ¿Su vida y obra pueden servir para hablar de la inclusión de las personas con discapacidad?

Frida Kahlo ha sido de las mujeres más menospreciadas y mal interpretadas, adjudicándole una carga aleccionadora trastocando la mirada moralina con la que se habla de su vida privada y su profesión, eventualmente, poco a poco se ha ido recontextualizando su vida cómo lo ha hecho el documental Frida (Carla Gutiérrez, 2024) y ahora la película infantil animada Hola Frida (Karine Vézina, André Kadi, 2025) en la que ambas recogen fragmentos de su diario para conocer y comprender a la pintora desde un enfoque más intimista.

¡Hola, Frida! comparte los vestigios de lo que fue parte de la infancia de Frida —de la que casi nunca se hace mención— así cómo las adversidades a las que se enfrentó a tan corta edad. A raíz de contraer poliomielitis, la cotidianidad de Frida cambia abruptamente: tiene que reaprender a caminar con su férula, a ser paciente con su cuerpo y con el entorno que la rechaza.

Burlas, mal miramientos, comentarios machistas y de su madre Matilde que no la deja ser en libertad porque “tiene que comportarse como mujer” y saber que “las cosas son como tienen que ser” son sólo algunas de las desventuras que tendrá que hacer frente y estas dificultades las sobrelleva gracias su gran imaginación y a su amiga —su versión sana ó una suerte de alter ego—, que la alienta a superar los obstáculos que se le atraviesan.

Su familia también es un pilar elemental para que de Frida emerjan la valentía, la terquedad y la perseverancia que forjan su carácter, acentuando la compañía y consejos de su padre Guillermo, que anima en sus decisiones y en encontrar su verdadera vocación. Por otra parte Toñito, su mejor amigo, la acompaña y recuerda el valor de la empatía y la bondad en una etapa tan crucial como es la niñez.

La animación realizada por la ilustradora mexicana Cara Carmina trae consigo un mundo apabullante, tejiendo el folklore y el realismo mágico que caracterizan a México —y a las pinturas de Frida Kahlo—.

¡Hola, Frida! Es un retrato fresco y digno de Kahlo, con moralejas para que las infancias puedan hacer de esta célebre pintora su heroína y ejemplo de resiliencia.

Ojo Verité, reseñista, analista y crítica cinematográfica. Gestora cultural. @ojo_verite_

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