Iniciamos la tercera década del siglo XXI con una gran necesidad de tener expectativas favorales. Existe un fuerte deseo general por anticipar un mejor futuro. El año que terminó fue muy malo, por lo cual no será complicado considerar que los próximos 365 días sean de recuperación.
2021 será el año para la cura y para una vacunación masiva. Al mismo tiempo, será un año para evaluar las consecuencias que ha dejado la pandemia en la que todavía estamos inmersos. En estos primeros días del año entraremos en la montaña rusa de las luchas de poder, de las elecciones más grandes del país.
En los próximos 12 meses hay eventos programados y seguramente también habrá novedades y sorpresas. En el calendario internacional será importante la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos. El 20 de enero terminará la nefasta era Trump, regresarán los demócratas a la Casa Blanca y empezará una nueva etapa en la historia de la relación bilateral. Habrá nuevos desafíos y otro estilo de gobierno para tratar los temas de la agenda bilateral: el aterrizaje del T-MEC, los ajustes en materia de política ambiental y laboral, la migración y la política en contra de las drogas. El asilo a Julian Assange que ofrece AMLO será parte de la nueva relación con Estados Unidos.
Internamente la mitad del año estará dominada por el proceso electoral del 6 de junio. Con el resultado de los comicios se establecerán las condiciones de gobierno para la segunda parte del sexenio. La disputa más importante estará en la lucha por la mayoría en la Cámara de Diputados. Sin dejar de lado las elecciones locales para alcaldías y congresos y las 15 gubernaturas en disputa. Habrá una pelea fundamental entre el gobierno de la 4T y la oposición. La narrativa que envuelve esta lucha se plantea como una tensión entre consolidar el proyecto de gobierno versus generar contrapesos para obligar AMLO y a Morena a negociar cambios y reformas. El resultado de las 15 gubernaturas dibujará la composición política de donde saldrán las relaciones entre el centro y las regiones.
En la segunda mitad del año puede venir una agenda que incluya un nuevo pacto fiscal, que pueda sacar al país de la condición precaria en la que se encuentra. Pero, este nuevo pacto dependerá en buena parte de las posibilidades de recuperación económica después de la enorme caída del 2020. En este año que inicia se definirán los proyectos con los que gobernará el resto del sexenio, y una parte muy importante se definirá a partir del resultado de los votos del 6 de junio.
Una serie de encuestas sobre la intención del voto le anticipan un resultado muy favorable al partido en el gobierno. Sin embargo, a medida que se conozcan otras piezas, como las candidaturas en cada estado, se podrá conocer de qué forma se perfilará esta elección. Anteriormente las elecciones intermedias tenían una lógica de partido que predominaba y, desde el año 2000, hubo un castigo para el gobienro y su partido. Así le pasó al PAN en 2003 y en 2009. Al PRI, por su maquinaria no le fue mal en 2015. En 2021 habrá varias novedades en este proceso electoral, como la gran cantidad de comicios locales, lo cual combina la lógica de las maquinarias partidistas con la personalización política y la historia particular de cada estado. Además, habrá otros ingredientes como la reelección de legisladores, la paridad de género y lo que se anticipa como un conflicto, la regulación del INE sobre el comportamiento del AMLO durante el proceso. El factor más relevante será el de las alianzas que formarán los dos bloques de partidos, como el eje de confrontación entre la 4T y la oposición. En las orillas quedarán los tres nuevos partidos que tendrán que obetner el 3% para sobrevivir; también veremos cómo le va a Movimiento Ciudadano, que decidió no aliarse.
2021 estará modulado por las vacunas y las elecciones como dos piezas centrales en este año. Así, entre un optimismo moderado y las expectativas de un mejor año, empezamos…