Hoy proliferan las estrategias para reinventar los modelos de negocios, volverse más competitivas, abatir costos y generar crecimiento.
Ya no bastan esquemas de teletrabajo o sistemas híbridos, tampoco la adopción de soluciones digitales en diversos procesos operativos: ante una inminente recesión, se apuesta por la omnicanalidad y la centralidad en el cliente. En este proceso, las iniciativas sustentables y el personal más capacitado tendrán roles trascendentales.
Este es el panorama:
Aunque los líderes empresariales prevén un freno en la economía mundial por el ascenso en los niveles de inflación, incremento de las tasas de interés y una economía global titubeante, también asumen que será breve y moderado.
Este optimismo incluso abarca las perspectivas de crecimiento a tres años. México destaca por mantener tal visión, posiblemente alentada por los planes empresariales de trasladar sus centros de producción a lugares más cercanos y seguros con respecto a los mercados finales.
Por lo pronto, los desafíos empresariales más apremiantes se centran en adoptar tecnología emergente y disruptiva. Prevalece también la preocupación por los riesgos operativos y regulatorios.
La transformación digital y el desarrollo tecnológico ahora son las principales herramientas para buscar crecimiento, lograr la penetración a nuevos mercados, mejorar costos y gastos, automatizar e incrementar posibilidades con la Inteligencia Artificial y el Big Data, por ejemplo.
Ahora, aunque la ciberseguridad es preocupante, desciende respecto a la magnitud que mantuvo durante 2020 y 2021. A la par, se detecta la tendencia a privilegiar dos acciones a nivel global: gestionar la fuerza laboral e impulsar los informes de acciones medioambientales, social y de gobernanza (ESG).
En cuanto a las fusiones y adquisiciones, que durante 2020 se visualizaban con un crecimiento exponencial, ahora son muy moderadas, aunque aún se considera un factor crucial de crecimiento al tener gran impacto en la estrategia empresarial.
Entre las previsiones corporativas ante una eventual recesión, una acción que comparten los empresarios mexicanos con el resto del mundo, es el “congelamiento” de los puestos de trabajo e, incluso, la reducción de empleos.
No obstante, avanzar en la conectividad y digitalizar todas las áreas funcionales es la estrategia prioritaria ante una eventual recesión. De hecho, la inversión digital competitiva se considera esencial para alcanzar un puesto relevante en la industria en la que se participa.
La previsible y previsible cautela está rebasada. Hoy se impone actualizar los modelos de negocios. Es la respuesta puntual ante la tecnología disruptiva, start-ups y Fintech que avanzan a gran velocidad y transforman sectores y mercados de manera permanente. La inercia no es respuesta. La transformación radical sí.
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