Mientras leía Los Iluminados de Gérard de Nerval tuve momentos de locura. Y es que de pronto no sabía si escuchaba al poeta romántico francés del siglo XIX, a los seis protagonistas cuya vida relata en distintos capítulos, o a Rafael Segovia, el traductor del texto. Es decir, se trata de un libro que contiene muchos libros, y hundirse entre sus páginas implica nadar entre múltiples lecturas, dejarse atrapar en las historias, pero también en el lenguaje, en la poesía, en la extravagancia de los personajes, en la belleza, en el delirio de los sueños y en el universo de imaginación desbordada que contiene.
En su Prólogo, Rafael Segovia, a su vez escritor y poeta, nos introduce en el mundo iluminado de Gérard de Nerval, es decir, en su mente genial, diagnosticada con un trastorno incurable y cuyo desorden busca explicarse él mismo mediante la escritura. Que escriba mucho, le recomienda el psiquiatra, como tratamiento a su manía cuando ya, a sus 20 años, había traducido la primera parte del Fausto de Goethe.
Y escribió muchísimo antes de colgarse en París a los 46 años con el manuscrito de la segunda parte de Aurelia en el bolso de su abrigo. Pero entre sus obras, que admiraban Alejandro Dumas y Baudelaire y luego Octavio Paz, pero sobre todo André Breton y los surrealistas, Los Iluminados no había llegado a nuestras manos en castellano, hasta hoy. Para traducirlo, Segovia le siguió los pasos al poeta, pero también a sus biografiados (Raoul Spifame, Abad de Bucquoy, Restif de La Bretonne, Cazotte, Cagliostro, Quintus Aucler), pidió una beca, se fue a Francia…Él adoraba a Nerval desde muy joven cuando leyó Hijas del fuego y quedó impactado porque, dice, “es una literatura donde todo el tiempo sientes que estás en otra dimensión”; luego leyó Las Quimeras y sucedía algo inexplicable. El propio autor declaró que escribió esa obra en un estado de ensoñación “supernaturalista”. Nerval, dice Segovia, tiene el don de dejarse habitar por el lenguaje.
Eso le sucede al lector de Los Iluminados (Aquelarre Ediciones, Universidad Veracruzana, 2023). Y es que Segovia entrega el libro después de 50 años de trato íntimo con el escritor francés y con una larga trayectoria de traductor literario cuyo trabajo creativo es el de un autor. Estudia el lenguaje que usa Nerval en el siglo XIX cuando el poeta escribe sobre el XVIII y él mismo se interna en el estilo dieciochesco. Lee a novelistas del XIX para encontrar una voz cercana a cómo se hablaba y se escribía en España en 1840-1852 (años de la publicación del libro, por entregas, en Francia). Recupera giros estilísticos y lee a Bécquer y a Galdós para sumergirse en su tiempo. Así nos atrapa en el lenguaje, en la época y en la imaginación de Nerval y sus personajes. Por todo eso ganó el Primer Premio Hispanoamericano de Traducción Literaria Aquelarre Ediciones, 2022.
Los Iluminados es un libro lleno de erudición, aventuras, romances, pasiones, ideas, filosofía e historia alrededor de mentes brillantes al borde del delirio. Y es que son artistas, pero también filósofos, pensadores sociales, científicos e incluso quienes buscan una espiritualidad libre, dice Rafael, quienes han contribuido a liberar la conciencia humana de la estrechez. Y Nerval es, en ese sentido, “un guerrero solitario de esa lucha (…) un valeroso explorador de la conciencia humana, impulsado por una profunda lucidez y por la fe inquebrantable en la inteligencia y la sensibilidad”.
Hay mil motivos, pues, para leer este libro, tan contemporáneo y universal como todo clásico de la literatura. En una traducción extraordinaria.