Sin saber el número de escuelas que están listas para la reapertura, más de 25 millones de niños y adolescentes y unos 2 millones de profesores y empleados educativos regresarán hoy a labores presenciales, en medio de la tercera ola de Covid-19, que ha provocado la muerte de al menos 258 mil personas.
Se prevé que en las 32 entidades se inicien labores presenciales, pero a diferentes velocidades. En la mayoría será con modelos híbridos, sólo Michoacán y Sinaloa estarán a distancia e implementarán el regreso presencial en los planteles donde consideren que hay condiciones.
La disidencia magisterial afirmó que no hay condiciones para un regreso seguro, por lo que los docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) sostuvieron que no darán clases presenciales en la Ciudad de México, Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
La Unión Nacional de Padres de Familia (UNFP) expuso que al menos 23% de las escuelas públicas carecen de agua potable, por lo que es muy complicado volver, si no se dota de infraestructura necesaria.
El pasado viernes, la titular de la SEP, Delfina Gómez, reconoció que no sabe cuántas escuelas están en condiciones de recibir a los estudiantes y profesores.
Francisco Landero, especialista de Suma por la Educación, expuso que el regreso se da en medio de situaciones que no se pueden homologar en una sola visión, pues, aseguró, es diferente la situación para cada escuela, cada familia, que tomarán la decisión “ante la falta de una estrategia ordenada, sistemática y bien hecha por parte del gobierno federal y la SEP”.
“Lo que se prevé es que este lunes un gran porcentaje de escuelas abrirán para cumplir con el mandato presidencial, pero en unas dos semanas muchas regresarán al modelo híbrido”.
Marco Fernández, profesor investigador de la escuela de gobierno del Tec de Monterrey e investigador de México Evalúa, consideró que el debate público no se debe enfocar en si el regreso a clases es seguro o prever contagios, sino en puntos nodales de la educación, como el rezago provocado por la pandemia, la deserción escolar y las estrategias de contención de la salud mental.
“Hay algunos estados que hicieron su diagnóstico, pero es la minoría, la secretaría federal se lava las manos y para lo que le conviene hay información centralizada y para lo que no hace hincapié en que cada entidad tiene autoridad educativa”, dijo.
“Hay una gran diversidad de escuelas en el país, incluso algunas particulares son casas acondicionadas como planteles que también son un riesgo, sumado a que los protocolos que estableció la SEP no garantizan que no habrá contagios. Siempre es un riesgo trabajar con niños y jóvenes, pues el maestro o se dedica a dar clases o a estar cuidando que no se abracen”, apuntó.
Dijo que lamentablemente la apuesta de la SEP es sí o sí deben regresar, porque al estar el modelo presencial los maestros dejarán de dar clases en línea y los alumnos que acudan a clases a las escuelas obviamente tendrán un mayor rezago.
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