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“Perdón por la demora”, fue una de las últimas frases que pronunció, antes de despegar, el capitán de la aerolínea estatal Mexicana a cargo del vuelo 5050, que, casi completo, con confusión y un retraso de tres horas, despegó del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino a Ixtapa, Zihuatanejo.
En un AIFA apacible, la incertidumbre de los pasajeros por saber si sería posible abordar el Embraer EMB-145 de la aerolínea del Estado que llegaría a Zihuatanejo se prolongó hasta escasos 10 minutos previos al despegue previsto para las 13:30 horas, aunque éste se demoró 180 minutos.
La reservación, que se hizo en la aerolínea que el pasado 26 de diciembre volvió a los cielos después de 13 años, tuvo que esperar hasta última hora para poder efectuar el check-in, pues nunca llegó el correo electrónico para confirmar los detalles del vuelo, que tuvo un costo de mil 350 pesos. Además, hacer la compra en línea resultó un tanto confuso, ya que en un par de botones se lee la leyenda “agotado”, aunque en la misma sección hay otra opción en la que sí se puede seleccionar el vuelo; así, sin algún documento impreso ni digital y tras varios minutos para rastrear y confirmar que sí había un vuelo comprado, el pase de abordar fue escrito a mano y a prisa por un empleado en una fotocopia borrosa con el logotipo de Mexicana.
“Todo es muy lento, se tardaron muchísimo, hay sólo una persona atendiendo y eso lo frena mucho”, dijo una madre de familia que se dirigía a vacacionar con su esposo y sus dos hijos.
En el módulo de atención de Mexicana, el personal, de forma amable, explicó que los contratiempos en cuanto al check-in y al envío del correo electrónico tras la compra del boleto son parte de un proceso de adaptación entre los dominios www.mexicana.gob.mx, que opera y vende vuelos hacia Campeche, Chetumal, Mérida, Monterrey, Mazatlán, Tijuana, Puerto Vallarta y Tulum, y el dominio mexicanavuela.com.mx, a través de Link Conexión Aérea, empresa que se encarga de la venta y operación de las rutas hacia Ciudad Victoria, Guadalajara, Ixtapa, Acapulco, Palenque y Villahermosa.
Además, los colaboradores desconocían el procedimiento para la facturación del viaje, aunque también se mostraron apenados al no poder dar solución a las quejas que algunos pasajeros les externaban conforme la espera y la impaciencia de éstos aumentaba en tanto no había información de su vuelo.
“Ya les dije que me cambiaran el día de regreso, estoy aquí [en el AIFA] desde las 10, me regreso el viernes y ya perdí un día de vacaciones, prácticamente”, comentó un pasajero molesto por el retraso.
En las pantallas que informaban el estatus de los arribos el vuelo 8050 (que de último momento se cambió por el 5050 para, según personal de la línea aérea, “evitar su cancelación”) se anunció como “cancelado”, lo que causó confusión entre los pasajeros que lo esperaban y también entre trabajadores de la aerolínea, así como elementos de la Guardia Nacional (GN), pues mientras los primeros aseguraban que se trataba de una “pequeña demora” los uniformados sostenían que, en efecto, el viaje estaba cancelado; sin embargo, casi 90 minutos después se publicó como “a tiempo”, se programó para las 16:20 horas y cambió el número de vuelo por el mencionado.
A las 16:40 horas, cuando por fin se abordó, la aeronave que forma parte de la flotilla conformada por tres Boeing 737-800 y un par de Embraer EMB-145 brasileños casi completó los 50 asientos disponibles, pues únicamente se contaron seis vacíos. Los 47 minutos que duró el vuelo transcurrieron sin contratiempos: una madre y su hija de unos siete años se tomaron fotos, videos y desde la ventanilla admiraron los paisajes que dejaron ver claramente al Popocatépetl y al Iztaccíhuatl entre delgadas nubes que flotaban sobre ellos.
El capitán voceó que se acababa de llegar a los 37 mil pies de altura y casi de inmediato, con una sonrisa eterna, una sobrecargo perfectamente uniformada y con un solemne peinado ofreció bebidas y alimentos a los pasajeros, que podían elegir entre refresco de limón o de cola, tequila o agua natural, que ella misma sirvió a temperatura ambiente, pues comentó, no tenía hielos. Mientras, para comer los pasajeros pudieron optar por una barrita de cereal que, dicho sea de paso, son alimentos y bebidas que han sido criticados por el titular del Ejecutivo varias veces desde sus conferencias de prensa matutinas en Palacio Nacional.
Dado que en este ejercicio periodístico se adquirió un viaje redondo que tenía su retorno desde el Aeropuerto Internacional de Ixtapa-Zihuatanejo para las 15:05 horas del mismo día, y que por cuestiones del retraso el pasajero a esa hora aún permanecía sin salir del AIFA, Mexicana aseveró que no había problema alguno y que el regreso estaba asegurado; sin embargo, al aterrizar en Zihuatanejo la sorpresa fue que el vuelo de vuelta a Santa Lucía ya había partido y, por ende, se perdió.