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La Arquidiócesis Primada de México llamó a los ciudadanos y a las autoridades a reconocer que la “imparable violencia” de la nación no es sólo resultado del narcotráfico o del consumo de drogas, sino del fracaso en los procesos educativos y de una decadencia cultural.
A través del editorial La educación, el antídoto contra la violencia en México, publicado en el semanario religioso Desde la Fe, aseguró que “la descomposición social que está sufriendo nuestro país no es fruto de una sola causa, como pudieran ser el narcotráfico y el consumo de drogas, sino el resultado de muy diversos factores”.
La arquidiócesis que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes hizo un llamado a reconocer el impacto de una deficiencia educativa y una decadencia cultural en los altos índices de violencia que se viven en México.
“Es tiempo de reconocer que la creciente e imparable violencia que vive nuestra sociedad es también un signo de su decadencia cultural, que tiene que ver con el fracaso de los procesos educativos en sus distintas expresiones, ya sea la educación formal que se brinda a través de las instituciones o la no formal, que incluye a la familia, los medios de comunicación y el ambiente en general”.
Agregó que a lo largo de muchos años se han forjado “graves carencias metodológicas y conceptuales que dan por resultado una deficiente formación de la persona en sus capacidades y en sus principios”.
Para revertir dicha situación, la Iglesia católica exhortó a todos a comprometerse con una educación centrada en la persona, en su dignidad y en su realidad trascendente: “La inteligencia y la conciencia de cada persona (...) necesitan ser iluminadas y fortalecidas para alcanzar un verdadero discernimiento entre lo que es bueno y lo que es malo”.
El editorial agregó que las políticas públicas deben ser menos contradictorias, ya que buscan la moralización de la sociedad, pero promueven la falta de respeto a la vida y a la familia.
“El sistema educativo [del Estado] debe formar a los educadores como los personajes más importantes en la comunicación y el ejemplo de los valores. Las familias deben ser el espacio en el que los padres sean protagonistas en la educación de sus hijos”, indicó.
En el texto, la Iglesia reconoció que ha tenido fallas en muchos de sus integrantes, por eso también hizo un llamado a todos los que la conforman para recuperar la autenticidad de su misión, “puesto que es portadora de la más grande propuesta para la formación de la persona, la sociedad y la cultura: el evangelio de Jesucristo”, señaló.