Más Información
FGR ya investiga a alcaldesa de Coalcomán, Michoacán, por agradecer juguetes del “Mencho”; hay más de 10 funcionarios en la carpeta
"Agradecemos al señor Nemesio Oseguera"; ayuntamiento de Coalcomán, Michoacán, emanado de MC, agradece al "Mencho" y al CJNG por entrega de juguetes
Vladimir Putin ofrece disculpas por “trágico incidente” de avión azerbaiyano; sistema antiaéreo ruso estaba activo durante accidente, admite
Detienen y luego liberan a Melanie, joven brutalmente golpeada en Tamaulipas; la acusaban de presunto robo
Año Nuevo: festejos serán sin cohetes en Ángel de la Independencia y alcaldías; buscan evitar que suba la contaminación
nacion@eluniversal.com.mx
A un año del ataque porril contra estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, un grupo de jóvenes e integrantes de grupos autodenominados “anarquistas” grafitearon, rompieron cristales y lanzaron cohetones y bombas molotov a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), acción que la casa de estudios calificó como “una burda provocación montada”.
Los hechos ocurrieron la tarde de ayer, luego de la marcha que realizaron alrededor de 300 personas y estudiantes de CCH, de la Escuela Nacional Preparatoria, así como de las facultades de Ciencias Políticas y Filosofía.
“¡Muerte al Estado, viva la anarquía!”, “¡Auxilio, socorro, Graue es un porro!” y “¡3 de septiembre no se olvida!” fueron algunas de las consignas que gritaron los manifestantes, al caminar del parque La Bombilla a la Torre de Rectoría.
En el recorrido grafitearon paredes, arrancaron señales de tránsito, siguieron a una patrulla de vigilancia, la cual también grafitearon, y dañaron las plumas de acceso al estacionamiento de la facultad de Filosofía y Letras. Al llegar, rompieron los cristales de la caseta de seguridad y confrontaron al personal de seguridad de la UNAM.
Entre las 15:00 y las 16:20 horas, un grupo de alrededor de 60 personas que participaban en la marcha y que llevaban los rostros cubiertos ingresaron a la explanada de la Torre de Rectoría.
Primero grafitearon paredes y los portones de entrada a las oficinas, luego utilizaron martillos, extintores, piedras, botellas de cerveza, tubos, bombas molotov y señales de tránsito para intentar romper los vidrios, además quebraron los plafones y lámparas. Después se escucharon seis tronidos similares a los que hacen los cohetones.
A través de un comunicado, la UNAM condenó lo que consideró “hechos violentos” provocados por un grupo de personas encapuchadas que “obedecen a una burda provocación montada contra la Universidad y al mismo tiempo pretenden desvirtuar el legítimo derecho de la manifestación pacífica”.
Anunció que levantará actas contra quienes resulten responsables.
En otro comunicado, la Rectoría señaló que “en la UNAM no cabe ni aceptamos la violencia”, al recordar los ataques porriles del 3 de septiembre de 2018. Dijo que acompañó a las víctimas hospitalizadas, expulsó a más de 40 de los agresores y colaboró con la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para procesar penalmente a más de 30 responsables, quienes repararán el daño a las víctimas.
“Provocaciones como la del año pasado, concebida por alguna mente criminal y ejecutada por vándalos, son inadmisibles en nuestro país y más aún en una institución educativa”, argumentó.
Las personas que se manifestaron ayer no dieron ningún posicionamiento político diferente a las pintas y consignas que gritaron. En un volante distribuido por la Agrupación Juvenil Anticapitalista, reclamaron que el semestre inició con ataques a los cubículos estudiantiles y sectores organizados y que se ha buscado imponer mayores medidas de seguridad y control sobre la comunidad universitaria, como la colocación de cámaras, credencialización y presencia de policías en los alrededores de las escuelas.
“A un año del movimiento estudiantil, no se ha resuelto la deuda con las víctimas del 3 de septiembre, ni a los afectados por la violencia de la UNAM. Al contrario, continúan los ataques contra los estudiantes organizados”, reclamaron.
Ayer se cumplió un año del ataque de grupos porriles contra estudiantes del CCH Azcapotzalco que se manifestaban pacíficamente frente a la Torre de Rectoría por la eliminación de murales que habían pintado en los edificios del plantel, la falta de maestros y el cobro indebido de cuotas escolares.