Con el propósito de elaborar una agenda multilateral que permita instrumentar y desarrollar estrategias regionales, hemisféricas y globales para acabar con el tráfico ilícito de armas hacia México, el Senado de la República solicitará al gobierno federal un informe sobre ese fenómeno del que se beneficia el crimen organizado y que ha disparado el número de homicidios.
El coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, Ricardo Monreal , presentará un punto de acuerdo de urgente resolución, para solicitar al Ejecutivo Federal que informe sobre el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos hacia México, pues en 2019, las armas de fuego estuvieron presentes en 6.1 millones de delitos, cifra que es una señal de alarma “debido a que demuestra cómo las condiciones de paz y bienestar en nuestro país han disminuido”.
El legislador argumenta que desde hace más de una década, el tráfico ilícito de armas es un catalizador de la violencia en México , ya que “incrementa el poder de fuego de la delincuencia organizada y afecta la cohesión social, el bienestar y las oportunidades de desarrollo de las y los ciudadanos”.
Subrayó que “una consecuencia más escalofriante de la violencia armada es la reducción de la esperanza de vida en México entre 0.5 y dos años, así como un aumento, en los últimos 20 años, del 375 por ciento en el uso de armas de fuego en feminicidios ”.
Además, resaltó que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, en 2020, hubo 34 mil 515 muertes por armas de fuego, por lo que resulta primordial diagnosticar y establecer acciones para atender el fenómeno del tráfico ilícito de armas y los efectos de la violencia armada.
En su propuesta, Monreal Ávila considera necesario generar una agenda pública bilateral y multilateral, a fin de emprender acciones puntuales enfocadas a detener el tráfico y fabricación ilícitos de armas en dos vertientes:
Primero, con el intercambio de información y el uso de inteligencia dirigida a compartir, desarrollar e instrumentar estrategias regionales, hemisféricas y globales, y después, con el despliegue de operativos, coordinados y transnacionales, en puntos de salida, tanto de personas como de carga, que incluyan puertos marítimos, aéreos y vías férreas.
El senador destacó que también se requiere analizar las tasas de hospitalizaciones por lesiones y heridas de bala, así como la proporción de homicidios y suicidios que han aumentado sustancialmente en el contexto actual, en el que resaltan factores como pobreza, impunidad, falta de Estado de derecho y recientemente el confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19.
“El flujo ilícito de armas, municiones y componentes armamentísticos norte-sur ha fungido como un catalizador de la violencia armada que se vive en México”, señala, al detallar que, de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, anualmente cruzan entre 250 y 280 mil armas, lo que se traduce en más de 2.5 millones de armas en los últimos diez años.
Para realizar el diagnóstico sobre este grave problema, continuó el legislador, es indispensable tener en consideración la vecindad entre México y Estados Unidos que, por diversas condiciones históricas, políticas, sociales, económicas y culturales, representa un reto mayúsculo. Ambos países comparten más de tres mil kilómetros de frontera, cuya extensión se configura como un lugar en el que acontecen actividades relacionadas con la delincuencia organizada, como el tráfico de armas, drogas, personas, lavado de dinero y contrabando, entre otras.
Ricardo Monreal remarcó que el organismo Small Arms Survey, del Instituto de Postgrado de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, estima que nuestro país ocupa la sétima posición en el mundo con más armas de fuego en manos de civiles de forma legal e ilegal, con un número aproximado de 16.8 millones de armas.
Además, según el Instituto Nacional de Estadística y Geográfica (INEGI), en el país el costo total de la inseguridad y el delito representa alrededor del 1.53 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Tan solo el año pasado, se estimaron 22.3 millones de víctimas, mayores de 18 años. Respecto a las estadísticas relacionadas con armas de fuego, en 2019 los homicidios representaron la primera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 44 años y el 72 por ciento de éstos fueron cometidos con arma de fuego.