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Ante el temor de ser asaltado, David prefiere gastar hasta 50 pesos cada que viaja en transporte público, puesto que asegura que las personas que se suben a “exigir una moneda” lo han asaltado en más de dos ocasiones.
“Normalmente se suben dos o tres personas, te obligan a tomar un dulce que te ponen en las manos y, con un discurso amenazante, te piden una moneda. Para evitar que nos roben, la mayoría sí les da”, dijo.
Recordó que hace unos meses una mujer y dos hombres se subieron al microbús y ofrecieron dulces, pero nadie les compró, lo que generó la molestia de estas personas, quienes con armas de fuego bloquearon las puertas de la unidad y asaltaron a los usuarios que circulaban en calles de la delegación Gustavo A. Madero.
“Como nadie compró, sacaron las pistolas y nos exigieron nuestros celulares y carteras. Esto es normal en la zona, porque son los límites del Estado de México y la Ciudad de México. Todos los días tienes que pagar mucho dinero porque te subes con miedo a que te asalten y prefieres comprarles sus cosas”, relata David.
En esa ocasión intentó denunciar ante el Ministerio Público porque se llevaron su celular y cartera, pero “por trámites burocráticos” prefirió olvidar el tema. Lo mismo hizo en otra ocasión, debido a que perdió horas en la agencia del MP y no le resolvieron nada.
El modo de operar de estas personas es el de subirse a los camiones y, la mayoría de las veces, ofrecen dulces o incluso piden dinero para comprar producto; sin embargo, la solicitud la hacen acompañada de leyendas amenazantes como la de que acaban de salir de prisión.
“Acabamos de salir de la cárcel, apóyenos para ya no delinquir más”. “Venimos saliendo del anexo y con esto llevamos [dinero] a nuestras familias” y “aquí les ofrecemos estos dulces y la verdad no nos vamos a bajar sin nada, mejor cooperen”, son algunas de las frases que ocupan estos sujetos para intimidar a las personas y exigir unas monedas.
Liliana también ha sido víctima de este tipo de extorsión y al no sentirse amenazada ha discutido con los vendedores, o bien ha sido víctima de otro tipo de ofensas por parte de estas personas.
“Te quieren apantallar [con] que vienen saliendo del reclusorio y ya estoy harta de tener miedo, así que si me quieren obligar a agarrar un dulce, lo dejo caer y me les pongo al brinco, nadie hace nada, los policías se hacen de la vista gorda”, cuenta.
Denunció que en los camiones que circulan sobre el Eje 1 Norte, que van del Metro Pantitlán al Metro Normal, diario se suben sujetos a exigir dinero con amenazas y, a pesar de que ha denunciado, estas personas continúan realizando este tipo de actividades.