La Red Global de Jóvenes por la Biodiversidad envió al Senado mexicano una serie de objeciones ante la Ley General de Biodiversidad aprobada por dicho organismo el pasado 15 de diciembre.
La organización expone que debe hacerse “un sondeo amplio sobre la iniciativa de ley porque no han consultado con suficiencia, en especial a los pueblos y comunidades indígenas, quienes son los principales afectados y garantes de la biodiversidad”.
Con 88 votos a favor, cuatro en contra y cinco abstenciones la ley se aprobó y ahora estará en manos de la Cámara de Diputados para su ratificación.
La organización se cuestiona en dónde estaban los 31 senadores restantes.
Piden modificar el artículo 5, incluyendo que los propietarios, con apoyos necesarios, deberán ejecutar acciones de restauración de ecosistemas en caso de que los predios no sean trabajados y/o estén en proceso de erosión.
El artículo 33, por su parte, tendría que incluir un apéndice para la obligatoriedad de la delimitación de áreas experimentales para la modificación y cruces de especies.
Finalmente, exigen incorporar al artículo 56 la prohibición del uso de ejemplares de vida silvestre en zoológicos donde no se cumpla con las condiciones y requerimientos adecuados para la calidad de vida que requieren estos ejemplares.
Las decisiones que se tomen en torno a la biodiversidad, indican, deben regirse por el principio de bioética.
Para asegurar esto, debería crearse en paralelo un Fondo Mexicano para la Biodiversidad que respalde la existencia y el funcionamiento de mecanismos financieros que faciliten la implementación de la presente ley.
Aconsejó que “esta propuesta integre el principio de equidad intergeneracional”, que garantiza la disponibilidad de recursos para las generaciones jóvenes y las futuras generaciones.