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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
La Arquidiócesis de México hizo un llamado a la sociedad a ser responsable, participar en los procesos de cambio que requiere el país y no dejar todo al gobierno, puesto que “somos los ciudadanos y las organizaciones civiles quienes más activamente debemos participar en este proceso que, como uno de sus primeros fundamentos, tiene la búsqueda del bien común”.
Bajo el título Conformar una sociedad civil sólida, el editorial publicado en el semanario religioso Desde la fe aseguró que la defensa de los derechos civiles y políticos de las personas, así como las obligaciones que establece la ley también debe recaer en la comunidad.
“La esperanza de transformación y de desarrollo social que hoy impregna los aires de nuestra nación no puede ser vista como una responsabilidad exclusiva de las estructuras del gobierno, también debemos participar como una sociedad responsable”, informó.
La arquidiócesis, encabezada por el arzobispo primado, Carlos Aguiar Retes, afirmó que todos los mexicanos deben conformar una sociedad civil sólida y responsable a partir del desarrollo de tres capacidades: conocer la realidad, ser responsables, tener sentido de compromiso y justicia social con ayuda de la Iglesia.
“Así nos convertiremos en un contrapeso y, al mismo tiempo, en ayuda para la administración pública, que dé un real equilibrio al desarrollo de todos sin excepción y para tal efecto, la doctrina social de la Iglesia es un instrumento invaluable, que se ha creado con admirable sensibilidad sobre la base del mensaje de amor que encierra el evangelio”, precisó.
Se agregó que no es lo mismo emprender una transformación a partir de un programa político, aunque esté lleno de buenas intenciones, “que compartir y abrazar el dolor”.
Para lograr un cambio, la Iglesia resaltó a la sociedad que es necesario ver de cerca la preocupación y los valores más profundos del pueblo mexicano, “que posee una identidad, una historia y un futuro que requiere de una sociedad civil que vele audazmente por la dignidad de todas las personas, que conozca de principios como el destino legítimo de los bienes, en tanto creación de Dios, que sepa de solidaridad, de hermandad, de caridad, de valores y de la existencia de una ley moral”.
Al encabezar la homilía dominical en la Basílica de Guadalupe, el obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, elevó una súplica por los gobernantes de todas las naciones “para que la paz y justicia sea prioridad en el mundo”.