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Reconocer a la mujer pasa por el compromiso de brincar de las celebraciones a las acciones que destaquen la importancia del papel que desempeñan ellas dentro de la sociedad, aseguró la señora Perla Díaz de Ealy, esposa del Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz.
En el encuentro 102 Mujeres Líderes organizado por EL UNIVERSAL, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la señora Díaz de Ealy pidió recordar que ellas y ellos son por igual constructores del país; sin embargo, añadió, a pesar de grandes logros, las mexicanas todavía son relegadas y, peor aun, ignoradas y maltratadas.
“Hago un llamado para renovar nuestro compromiso, pasando de las celebraciones a las acciones que reconozcan la importancia del papel que desempeñamos las mujeres dentro de la sociedad.
“Recordemos que mujeres y hombres somos constructores de este país”, dijo.
Entre mujeres destacadas de todos los ámbitos de la nación, pidió cambiar el clamor de: “‘Ni una más’ por el grito de: “Una más”, para que la desigualdad y la violencia hacia ellas sea cada vez menor.
“Una más que es protegida. Una más que es respetada, una más que es valorada, una más que es empoderada y una más que es libre”, exclamó.
El contexto mundial, apuntó, muestra de manera clara que las leyes y normas no han sido suficientes para prevenir la violencia: “La situación que se vive en el mundo nos muestra claramente que las leyes y normas no han sido suficientes para prevenir la violencia.
“Es necesario que hombres y mujeres trabajemos juntos por una cultura que destierre esa visión machista y promover la equidad en todos los ámbitos, para que en nuestra nación logremos lo que por derecho nos corresponde”, expresó.
La señora Díaz de Ealy hizo un reconocimiento a la mujer honorable y ejemplar, “la que lucha por la igualdad y el respeto no sólo en el ámbito laboral, sino también en una sociedad que, si bien ha dado pasos importantes, aún queda mucho por hacer en materia de derechos para ellas.
“Somos mujeres de cambio y conscientes de la necesidad de unir fuerzas para librar una batalla conjunta por la igualdad, la no discriminación, la no violencia en contra de nuestro género y la igualdad de oportunidades”, declaró.
El Día Internacional de la Mujer, mencionó, tiene un doble significado. Por una parte, resaltó, es conmemorar a todas esas obreras que en 1908, mediante una huelga pacífica en Nueva York, perdieron la vida por defender sus derechos laborales.
También destacó que es necesario reconocer a todas las mujeres que han heredado un lugar importante en las diferentes esferas de la vida a nivel nacional e internacional.
Ante políticas, deportistas, aquéllas que se dedican a la cultura y a la ciencia, destacó la importancia que tiene el Día Internacional de la Mujer, porque se trata, aseveró, de un reconocimiento que se hace a la importancia de las féminas en todos los aspectos de la vida.
“Este Día de la Mujer quiero transmitirles a todas ustedes, quienes como yo albergan el sueño de construir una nueva sociedad que libere el inmenso potencial que atesoramos en nuestro espíritu, el deseo de promover en cada una de sus actividades la sensibilidad de género”, declaró.
Recordó grandes logros de mujeres mexicanas como Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos, Frida Kahlo o Josefa Ortiz de Domínguez y miles que han dejado huella en todo el mundo.
La señora Díaz de Ealy hizo un homenaje a la Madre Teresa de Calcuta, ejemplo de una mujer de gran fortaleza y además de riqueza espiritual.
Dirigió uno de los mensajes que Teresa de Calcuta dejó a la humanidad: “Ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco y los días se convierten en año, pero lo importante no cambia: tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
“Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada logro hay otro desafío; mientras estés viva, siéntete viva, si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo, no vivas de fotos amarillas.
“Sigue, aunque todos esperen que abandones, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti; haz que en vez de lástima te tengan respeto; cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, pero nunca te detengas”.