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El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio M. Alcocer, señaló que el país debe resolver sus “tiraderos” internos y escuchar los llamados de atención que ha tenido durante este año.
En entrevista con EL UNIVERSAL para presentar la nueva asociación civil que dirige, México Exponencial, señaló que el país tiene grandes retos en materia de Estado de derecho, desigualdad e inseguridad, y mencionó que es momento de poner atención y buscar avanzar en la resolución de estos problemas.
“México tiene que diversificarse y apuntalar con sus capacidades internas y, si no las tenemos, desarrollarlas. Debe labrar su futuro, debe resolver los tiraderos que tenemos internamente: el estado de derecho y la violencia, esos son temas que deben quedar en el pasado”, mencionó.
Uno de los llamados de atención que ha recibido el país fueron los terremotos de septiembre y antes, la relación con Estados Unidos y su actual presidente, Donald Trump, y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, señaló el ex subsecretario.
La plataforma de inteligencia colaborativa México Exponencial presentará una serie de propuestas para las campañas y plataformas de los candidatos presidenciales en las elecciones de 2018, para que incluyan en sus planes de trabajo la necesidad de dar un impulso a la ciencia y a las tecnologías exponenciales, aquellas que fueron creadas para un uso, pero que tienen diferentes funciones, como sucede con los teléfonos celulares, que fueron inventados , en un principio, para hacer llamadas y enviar mensajes de texto y que, ahora, se han convertido en pequeñas computadoras de bolsillo, explicó.
El panorama que se está viendo en la renegociación del TLCAN, ¿podría impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología?
—Ha habido muchos llamados de atención para el país en este año. Un llamado de atención proviene de Estados Unidos, en el sentido de que con todo el derecho, no necesariamente que sea una decisión adecuada para los demás o incluso para ellos mismos, están pensando en verse a sí mismos.
Claramente esto nos debe marcar la pauta de que México tiene que diversificarse y apuntalar con sus capacidades internas y, si no las tenemos, desarrollarlas. Debe labrar su futuro, resolver los tiraderos que tenemos internamente: el Estado de derecho y la violencia, temas que deben quedar en el pasado.
¿De qué se trata la asociación México Exponencial?
—Es un centro de pensamiento, un Think Tank, que busca generar propuestas de acción y de política, al identificar con una visión prospectiva y estratégica las necesidades que tiene el país para adoptar y asumir, lo más rápidamente posible, las modernas tecnologías de crecimiento veloz.
¿Por qué se llaman tecnologías exponenciales?
—Se les llama así porque además de que crecen muy rápido, tienen una convergencia entre ellas, que hace que sus impactos y expresiones vayan creciendo de manera exponencial. Así lo vemos con las tecnologías digitales, los nuevos materiales, las nanotecnologías y la biotecnología: unas se apoyan en otras, y sus desarrollos tienen una mayor cantidad de expresiones y de impactos con esta convergencia de tecnologías.
¿Qué pretende en el país?
—Queremos llamar la atención al hecho de que el mundo exponencial ya llegó y se irá acelerando con la convergencia de estas tecnologías. México debe ser parte de este mundo y de los países que las elaboran y emplean a favor de la solución de retos y problemas de la población. No nos interesa el desarrollo de la tecnología, pero sí el impacto que tiene en el fortalecimiento de los valores universales que nos deben distinguir.
¿Qué oportunidades tiene México como país en el tema?
—México es de las economías más fuertes del mundo, es manufacturero de alta calidad, y lo tiene que seguir siendo; sin embargo, para lograr un mayor valor agregado, necesitamos que esta manufactura se haga con nuevos materiales, apoyada en este tipo de tecnologías. El país tiene que invertir en formación de talentos, desarrollo de este tipo de tecnologías y formación de nuevas empresas.
¿De qué manera se puede lograr esto cuando vemos que hay recortes al presupuesto de educación y ciencia y tecnología?
—Estamos hablando de la ciencia, tecnología e innovación, no únicamente de la ciencia y la cultura. Nuestro país tiene que hacer un mayor esfuerzo. Tiene que ser un esfuerzo público, pero también privado, para que lo desarrollado en investigaciones se traslade a un ámbito económico, de generar mayor riqueza al tiempo de resolver problemas sociales.
Esto nos debe llevar a una reflexión distinta de cómo vemos el aparato de ciencia en el país.
se ha limitado a solamente pedir más dinero, pero no hay un cambio en la calidad y pertinencia de las investigaciones.
Tenemos que convertir a este aparato de ciencia y tecnología en uno que sea más relevante para el país. En la medida en que resuelva problemas y estos generen cadenas virtuosas; va a haber más recursos en la nación.
¿Se ha visto suficientemente representada la ciencia y tecnología en las plataformas políticas?
—Sí podemos esperar por parte de los grandes partidos, que participan en esta contienda, una expresión de la ciencia y la tecnología, lo que no sabemos es a qué nivel de profundidad. Nos interesa poner un especial acento en este tema porque las tecnologías exponenciales se pueden adaptar con lo que se crea en otros países, pero no podemos depender únicamente de ello, tenemos que desarrollarlas nosotros mismos.
Necesitamos establecer cuáles son las prioridades de inversión en ciencia y tecnología en el país.
En algunos casos son temas obligados porque la situación del país así lo demanda; pongo dos ejemplos: la manufactura y los desastres naturales. México es un país manufacturero, y es obligado que haga investigación, porque somos un país exportador con y sin Tratado de Libre Comercio. Si no hay TLC o hay una modificación radical, con mayor razón, porque tenemos que exportamos a otras regiones del mundo.
¿Qué tan presente está el desarrollo de la tecnología en las políticas públicas?
—Ha variado mucho y tiene que ver con la formación de quien establece una política pública, también con el hecho de que al funcionario público no le resulta de utilidad apoyarse en la ciencia, en parte por desconocimiento y también porque los tiempos de maduración de algunos proyectos son distintos.
Puede ser un proyecto lo suficientemente largo que va a requerir de una maduración, y eso es una visión de Estado, en la que lo que importa no es la ventaja política, sino el resultado que va a tener su población.
La sociedad debe apreciar la importancia que tiene la investigación para mejorar la calidad de vida. Ellos son los primeros que deberían entender esto, pero si la sociedad no ve los beneficios, difícilmente se puede justificar una mayor cantidad de presupuesto.
Se tiene que cambiar el paradigma y que tengan resultados tangibles en el mejoramiento de la calidad de vida de la población mexicana. Así lograremos que la sociedad y los políticos valoren a la ciencia y la tecnología.
¿Ha faltado una visión concreta de Estado?
—Necesitamos una política más vigorosa, los gobiernos han mantenido un esfuerzo de innovación, pero ahora más que nunca este debe ser una pieza central de la discusión política y un elemento de cualquier campaña. La innovación debe ser parte del quehacer del gobierno y de la sociedad.
Lo vimos durante el temblor de 2017: de manera espontánea surgieron iniciativas innovadoras, el temblor obligó a que grupos de la sociedad civil se organizaran y desarrollaran iniciativas de apoyo que tuvieron un impacto. Ese emprendimiento que fue espontáneo por la crisis y la emergencia debemos capitalizarlo para que sea parte de la rutina en el país, en las empresas, en las universidades, en
las escuelas.
¿Qué llamado le haría a quienes buscan la Presidencia de la República en el tema de ciencia y tecnología?
—Para crecer, tenemos la necesidad de fortalecer el aparato de ciencia, tecnología e innovación y dejar de ser un país de maquila. Ser uno que fabrique, a través de la creatividad, ideas que se materialicen en soluciones y negocios de otro nivel.
Si alguien pretende que este país no solamente resuelva sus problemas, sino que lo haga rápido y radicalmente, lo tiene que hacer apoyándose en la ciencia, tecnología e innovación, y esto implica fortalecer el sistema educativo e invertir. [Debemos] establecer un compromiso de que quienes desarrollamos investigación, lo haremos dirigido a resolver problemas.