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MÉRIDA.- El presidente Donald Trump odia a los mexicanos, está destruyendo a familias enteras de americanos, aseguró Alejandra Juárez, deportada de Estados Unidos, quien decidió escoger Yucatán para reiniciar su vida en México, en espera de poder reencontrarse con su familia a futuro y en la capital del estado.
Ella tiene dos hijas nacidas en los Estados Unidos y su esposo Cuauhtémoc Juárez, un militar retirado, también tuvo que quedarse en el país del norte.
"Me siento humillada por el presidente Donald Trump, él está destruyendo a familias americanas”, dijo al arribar al Aeropuerto Internacional de Mérida "Manuel Crescencio Rejón.
Ella es esposa de un veterano de guerra que defendió a Estados Unidos en Irak.
Señaló que hasta antes de la llegada de Trump, el gobierno expulsaba a indocumentados criminales, pero ahora, echa a los mexicanos sólo porque los odia.
“Yo no tengo récord criminal, la razón por la que me deportó es que entré de manera ilegal a Estados Unidos hace más de 20 años”, informó.
Con el semblante descompuesto y visible enojo, la deportada señaló que son mentiras los dichos de Trump de que adora a los veteranos de guerra, como lo presume en la televisión, pues en los últimos meses ha estado expulsando a esposas de ex militares, como fue su caso.
“Mi esposo (Cuauhtémoc Juárez) entró a la Marina, y después de (los atentados) del 9 de Septiembre del 2011, expuso su vida por Estados Unidos en Irak, fue a la guerra por este país, y ahora destruye nuestra familia”, denunció.
Manifestó que su marido está muy triste, porque Trump, mediante la deportación de su esposa, lo está castigando a él y a sus dos hijas, Estela, de 9 años, y Pamela, de 16, quienes ya no podrán vivir con ella en ese país.
Alejandra Juárez afirmó que Donald Trump, con sus políticas migratorias, castiga a los militares casados con mexicanas.
“Es injusto lo que está haciendo, mis hijas están con el corazón roto, no entienden por qué si su papá arriesgó su vida por los Estados Unidos, ahora ese país nos está tratando así”, puntualizó.
Comentó que su hija mayor, Pamela, tiene tal coraje por lo que está pasando, que se quiere olvidar de Estados Unidos, a pesar de haber nacido ahí.
"Quiere venir conmigo y vivir en México”, reveló.
En unos meses, la pequeña Estela llegará a Mérida, apenas su madre obtenga un departamento o casa.
La niña no habla español, por lo que al regresar a México tendrá que buscar una escuela bilingüe para, y espera que “esa adaptación no sea traumática”.