La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) informó este martes martes que 101 casos de abusos sexuales a menores de los 157 detectados en el seno de la Iglesia católica desde 2010 ya están en manos de las fiscalías correspondientes, pero reconoció que el impacto de estos delitos puede ser mayor.
En conferencia de prensa, Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM, detalló que se está recabando la información en las diferentes diócesis del país para saber cuántos casos se han presentado y cuántos de ellos han sido notificados a la autoridad civil; reconoció que no se tiene cuantificado la totalidad de los casos.
“Ahorita hemos iniciado esta tarea de recabar la información que la daremos a conocer para que la opinión pública sepa hasta donde llega el asunto, yo di la noticia de los casos de dimisión del orden clerical, es necesario revisar si todos estos procesos canónicos llevaron aparejado el proceso civil. No tenemos la información total, tenemos que revisar hasta dónde llega esta realidad, hasta ahorita no podemos cuantificar la totalidad ojalá y no sea una plaga”, enfatizó.
El también arzobispo de Monterrey aclaró que la Nunciatura Apostólica le informó al Episcopado Mexicano que en los últimos nueve años 157 sacerdotes han sido suspendidos de su ministerio por presunto abuso sexual.
Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, detalló que hasta el momento han detectado que desde 2010 se han registrado 101 casos de pederastia clerical que siguen un proceso ministerial en 64 de las 93 diócesis del país.
Explicó que tras el encuentro de Protección de Menores que se realizó en El Vaticano del 21 al 24 de febrero el Epsicopado Mexicano diseñó una estrategia para combatir este problema, entre las medidas se encuentran realizar pruebas psicológicas a los seminaristas, así como certificar a los sacerdotes, obispos y parroquias para prevenir los abusos sexuales a menores.
Rogelio Cabrera, indicó que el papa Francisco les pidió cambiar el paradigma y ponerse siempre del lado de la víctima; por lo que la postura de la Iglesia Católica en México será informar los casos que se presenten, establecer las medidas cautelares como es la suspensión de los clérigos involucrados y denunciar ante las autoridades los hechos.
“Basta un caso para estar preocupados, un caso es una monstruosidad y seremos honestos hasta donde llega la gravedad de este problema, advirtió.