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Carlos Bernal espera pacientemente a que llegue la hora para entrar a hacer su examen de ingreso a la UNAM. Escogió la carrera de Veterinaria en Ciudad Universitaria y sabe que es una carrera muy demanda y, a pesar de no ser muy religioso, se ha encomendado a Dios para que “lo ayude” a ingresar a la máxima casa de estudios del país.
Carlos, de 22 años, externa que en unos días interpretará a Herodes en una representación del viacrucis en Iztacalco, lo que le ha acercado más a la iglesia, por lo que son días, asegura, muy importantes.
“Estoy participando en un grupo de representación del viarucis de Semana Santa. Estaré representando a Herodes, además a uno de los 12 apóstoles y a un sacerdote. En general yo nunca he sido creyente, pero en esta ocasión sí fui a la iglesia, estoy en la representación del calvario y, ahí estoy, encomendándome con más de devoción, y que me ayude esto que estoy haciendo para pasar mis exámenes”, comenta.
En el camellón de Eje 10, en la colonia Copilco, delegación Coyoacán, el aspirantes se muestra tranquilo, puesto que asegura “estudié muy bien las guías durante seis meses y creo que me sirvieron mucho”.
A unos metros de él se encuentra Dafne Esquivel, joven de 18 años que aspira a entrar a la carrera de Medicina, en CU, la licenciatura más demandada de esta universidad y, por lo tanto, la que más pide aciertos.
A la aspirante la acompaña su papá, hermano y novio quien le ha comparado una torta y un jugo para que se le quite un poco la presión por haber realizado el “examen más importante de mi vida.
“Sé que es difícil pasar el examen, pero no es imposible. Me preparé desde hace seis meses y yo creo que si entro porque la prueba la sentí bien, no tan difícil”, comenta. Sentados a un costado de un eucalipto, la estudiante del sexto semestre en una preparatoria de Tultitlán, Estado de México, manifiesta que lo que más se le complicó fue álgebra, “pero yo creo que si paso, de lo contrario, lo volveré a hacer en la próxima vuelta y así sabré qué viene”.
