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De consistencia dura y coloración más oscura, la carne de caballo no implica un riesgo para la salud siempre y cuando se sigan las normas de sanidad. Sin embargo, productores ganaderos piden a las autoridades mayor control en la comercialización de este producto para evitar que los consumidores sean engañados.
Especialistas consultados por EL UNIVERSAL comentaron que el consumo de la carne de caballo no es muy común en México, aunque su producción se destina para la exportación, principalmente a naciones europeas. Las más consumidas en el país son la de pollo, credo y res.
Enrique López, director general de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG), llamó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a tener mayor control en la venta de estos productos para evitar que los consumidores sean engañados y se les venda carne de caballo como si se tratara de res; advirtió que aunque la venta de carne de equino no está prohibida, su comercialización para el consumo interno no está bien regulada.
“El consumidor tiene derecho a conocer qué carme es la que está comprando. La autoridad debe hacer el trabajo de inspeccionar que no se esté dando otro producto al consumidor. La venta de carne de caballo no está prohibida, pero no está regulada para su comercialización en el país para el consumo humano, a lo mejor hay rastros que la venden pero lo van a utilizar para el procesamiento de alimento de mascotas o animales de zoológico, es una irregularidad que termine en el plato de la población creyendo que es carne de res”, dijo.
Información proporcionada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) señala que en México existen 11 rastros Tipo Inspección Federal (TIF) que producen carne de equino, de los cuales cinco están produciendo con los mismos estándares de inocuidad que se exigen a otros establecimientos que generan carne de diferentes especies.
Estos establecimientos se ubican en Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua y Zacatecas, además de frigoríficos en el Estado de México, Guanajuato y la capital, respectivamente.
En 2016 se sacrificaron en rastros TIF, 128 mil 86 cabezas de equino, en Chihuahua, Coahuila y Zacatecas, según el Sistema de Inspección Veterinario, de las cuales se exportó 2 millones 636 mil 606 kilos.
La dependencia federal señaló que la existencia de carne de equino en mercados donde se expenda como res es un engaño al consumidor no un tema de salud, por lo que el comprador tiene que denunciar cualquier anomalía a la Profeco.
Por su alto valor nutricional y su precio, la carne mexicana de caballo es apreciada en el mundo, incluso como un producto gourmet.
Actualmente, México exporta el producto de alta calidad a Rusia, Hong Kong, Egipto, Japón, Vietnam, Kazajistán, y Bélgica.
Enrique Gómez Sánchez, director general de la Organización de Porcicultores del País (Oporpa), consideró que no hay ninguna carne de mejor calidad que otra, tanto la de pollo, res, puerco e incluso la de caballo aportan nutrientes al ser humano, en especial proteínas; aseguró que ninguno de estos cárnicos representa un riesgo para la salud siempre y cuando se sigan las normas de sanidad e inocuidad.
“Son mitos que se generan alrededor del consumo de cierto tipo de carnes lo que favorece su consumo, aunque también el precio, ahorita está más barato el pollo y el cerdo por eso aumentó su consumo, pero no hay ninguna carne mejor que otra”, enfatizó.
Subrayó que mientras los animales sean bien alimentados y se cumpla con la normatividad establecida, cualquier tipo de carne tiene beneficios a la salud, por lo que pidió no hacer caso de los “mitos” a cierto tipo de carnes, como en el caso del puerco.