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“Desde el lunes nos dejaron de pagar horas extras, así no me alcanza. Yo sólo espero que me den mi liquidación como corresponde”, dice con enojo José María Hernández Caballero, originario de Veracruz, quien trabaja en la construcción del aeropuerto de Texcoco.
Aproximadamente mil 200 hombres y mujeres protegidos con overoles azules, lentes, cascos y botas se mueven por lo que estaba planeado que fuera la terminal, la estructura más representativa de la obra, que mide 743 mil metros cuadrados.
Todos llevan a cabo sus labores de forma cotidiana; sin embargo, la noticia de que se cancelará el proyecto ha provocado el descontento de los empleados, quienes están preocupados porque tendrán que buscar otro trabajo.
José María, de 32 años, dejó Coatzacoalcos para trabajar como soldador especialista en la construcción del aeropuerto. Visiblemente molesto, este hombre de tez morena eleva la voz al decir que está inconforme, porque “de un día para otro nos dijeron que nos van a bajar el salario”.
Narra que el lunes les informaron que ya no les van a pagar tiempo extra y de los 5 mil pesos que ganaba, ahora recibirá 3 mil 500. “Nuestros líderes nos dijeron: ‘¿Saben qué, chavos?, ya no hay tiempo extra, esto ya quebró’”.
En el camino para llegar a la terminal, el pasto verde recuerda cómo se veía esta zona antes de que iniciara el proyecto, que lleva un avance global de 32.15%.
Tras el resultado de la consulta ciudadana y el anuncio de Andrés Manuel López Obrador de que se cancelará la construcción, prevalece la incertidumbre en los 48 mil empleados directos e indirectos.
Carlos Jiménez, originario de Campeche, también se queja de que le reduzcan el sueldo y exige que “si ya no va a haber nada aquí en el proyecto, pues que nos liquiden conforme a la ley”.
Otro de los entrevistados, quien prefirió no dar su nombre, señala que va a empezar a buscar empleo, porque aunque el proyecto continuará hasta el 30 de noviembre, con el salario que recibe no podrá aguantar hasta esa fecha.
“Estamos viendo nuestra renuncia voluntaria para buscar, ir a tocar puertas, todas las personas piensan que el nuevo presidente hizo un bien, pero no, porque cuántas personas nos estamos quedando sin empleo”, enfatiza.
