Restaurantes con algunas mesas y sillas vacías, esa fue la imagen principal de los establecimientos ubicados en la Zona Rosa y Paseo de la Reforma durante la ceremonia de toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador .
EL UNIVERSAL
realizó un recorrido previo y durante la ceremonia, en el que se observó que había poca afluencia de personas en los establecimientos localizados en esas zonas.
El sol calentó la mañana de este sábado. A las 10:00 horas, sobre la calle Génova peatones y ciclistas transitaban como en un fin de semana normal, algunos de los restaurantes apenas estaban montando las sillas y mesas, a pesar de que ya había iniciado la transmisión del cambio de gobierno.
Sobre Paseo de la Reforma y en la calle Río Lerma, donde también se localizan restaurantes de diversos tipos de comida, la situación era similar, pocas personas estaban desayunando y platicando, en algunos momentos algunos posaban su mirada en la pantalla con atención y expectativa de lo que estaba sucediendo en San Lázaro.
Ese es el caso de José Daniel, quien estaba tomando un café con una amiga, pero dijo que le interesaba ver la toma de protesta porque tiene expectativas en los cambios que realizará el nueva administración. “Si de algo estoy seguro es que va a ser de mucha incertidumbre este gobierno, pero veo que la gente confía en él y espero que eso se vea reflejado”.
El ánimo cambió cuando el presidente López Obrador subió al estrado. Aunque no se sentaron a comer, un grupo de peatones que avanzaba sobre la calle Génova detuvo su paso y se quedó a mirar con curiosidad la pantalla.
“Esperamos un cambio de verdad para todo el pueblo de México, para que todos estemos contentos, que haya trabajo y seguridad”, dijo Julio, quien añadió que quiere que el presidente trabaje en beneficio de la gente.
Juan López y Nallely Sánchez también se detuvieron por un momento a escuchar el discurso del mandatario. Él espera que “ojalá sea un cambio verdadero, como lo ha dicho (López Obrador). Que no haya tanto robo a la nación y seguridad, eso es lo que esperamos”.
Nallely afirmó: “para mí representa una esperanza, yo creo que este cambio, no sólo por el partido, sino por su forma de pensar, espero que sea mejor para el país y para nosotros”.
Al interior de un restaurante, uno de los comensales aplaudía cada que le gustaba una propuesta del nuevo mandatario. Mientras que otro sufría, se levantaba de su asiento y se llevaba las manos a la cabeza cuando la señal de la pantalla fallaba y no podía seguir viendo el discurso.
Para Carlos Jiménez, este es un momento “histórico”, porque representa un cambio en la forma de gobernar en el país. “Estoy convencido que vienen cosas positivas, López Obrador está planteando ideas diferentes y eso nos ayudará a acabar con la violencia e inseguridad”, afirmó.
La mayoría de las personas estaba concentrada en sus conversaciones. En algunas de las mesas, las personas miraban atentas a la pantalla y después se giraban en su asiento para debatir con quienes los acompañaban sobre las palabras del mandatario.
Una de las trabajadoras de un establecimiento explicó que hoy hubo menor afluencia de personas que otros sábados, a pesar de que ellos esperaban la llegada de más comensales con motivo de la toma de protesta.