La semana pasada los mexicanos vivimos un sismo de 8.2 grados , el cual es considerado como uno de los más altos en la historia del país.
Muchos de nosotros fuimos sorprendidos por la fuerte sacudida que se percibió cerca de la medianoche del pasado jueves 7 de septiembre y cuyo epicentro fue en Chiapas .
Pero sin duda, la peor parte ocurrió en Oaxaca y Chiapas, donde cientos de casas se derrumbaron y fallecieron 98 personas que quedaron atrapadas entre los escombros.
Un movimiento de tal magnitud no puede predecirse, pero la sociedad debe estar prevenida y tener una “mochila de emergencia” , la cual le permitirá desalojar una comunidad en caso de sismo, incendio, inundación, entre otros fenómenos naturales o provocados por la ser humano.
La Secretaría de Gobernación recomendó colocar en una maleta documentos importantes, víveres enlatados y agua para dos días, un botiquín, una radio y linterna con pilas, herramientas, así como un directorio con número de familiares, servicios y protección civil.
También se recomienda portar cinta adhesiva, frazadas ligeras, bolsas plásticas, guantes quirúrgicos, ropa extra, silbato, cerillos y un juego de llaves.
Estos objetos pueden ayudar a sobrevivir durante los primeros días de una emergencia.
ahc