Más Información
Secuestran y asesinan a delegado de Unión Regional Ganadera en Sinaloa; su cuerpo presenta huellas de tortura
VIDEO: “¡Qué violenta!”, grita Noroña a senadoras; Jucopo ordenó retirar mampara del Senado lo que provocó jaloneos
Trump desgina a Elon Musk al frente del "Departamento de Eficiencia Gubernamental"; buscará eliminar regulaciones excesivas
nacion@eluniversal.com.mx
El abuso sexual en la Iglesia católica es un cáncer que se debe extirpar, afirmó Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Al emitir un mensaje con motivo de la jornada de oración por las víctimas de abuso sexual por parte de clérigos, Miranda Guardiola reconoció que la Iglesia católica ha actuado de forma “inadecuada” en el manejo de su autoridad, lo que ha llevado a “deplorables” abusos sexuales y de poder.
“No cabe duda que el problema del abuso sexual en la Iglesia católica constituye un cáncer al que principalmente los pastores debemos enfrentar contundentemente hasta extirparlo, a costa de ser tachados como infieles y traidores al mensaje de Jesús y a la misión de la Iglesia”, apuntó.
Ante víctimas de abusos sexuales por ministros de culto, en la Universidad Pontificia de México el prelado indicó que se ha puesto por encima del dolor de las víctimas y su exigencia de justicia la justificación de los victimarios, lo que ha llevado a “guardar un silencio que acalla el grito de dolor de los victimizados con tal de no enfrentar el ruido público que puede suscitar una denuncia ante la autoridad civil; a llegar incluso a la mentira o a tergiversar los hechos para no confesar la horrible realidad que se presenta”.
Llamó a todos los miembros de la Iglesia a aceptar esta crisis “con profundidad” y admitir que los primeros enemigos están entre obispos, sacerdotes y consagrados.
“No hay justificación posible para no denunciar, para no desenmascarar, para no enfrentar con valor y contundencia cualquier abuso que se presente en el interior de nuestra Iglesia”, subrayó.
En su carácter de coordinador del Consejo Nacional de Protección de menores de la CEM, resaltó que es responsabilidad de todos que nunca más vuelva a ocurrir un abuso contra algún menor y que se castiguen estos crímenes.
“Es tan hondo el daño causado, es tan profundo el dolor infligido, son tan inmensas las consecuencias de los abusos que han sucedido en la Iglesia que nunca podremos decir que hemos hecho lo suficiente”, apuntó.
Miranda Guardiola dijo que aun cuando hubiera algún impedimento jurídico por prescripción civil o canónica del delito, éste debe ser superado por todos los medios.