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Através de un correo electrónico Claudia Espinosa se enteró del Empleotón; la idea de conseguir un trabajo luego de permanecer desempleada por una década la entusiasmó.
En 2007 tuvo un accidente automovilístico y aunque no perdió por completo la movilidad de sus piernas, desde entonces no ha tenido la oportunidad de integrarse al campo laboral.
La mujer de 32 años se despertó a las cinco de la mañana, acompañada de su mamá salió antes de las 7:00 horas de San Martín Cuautlalpan, un pueblo que pertenece al municipio de Chalco, en el Estado de México.
Dos horas con 45 minutos tardaron en llegar a su destino: la explanada municipal de Tlalnepantla. Claudia se registró y después empezó la aventura de buscar trabajo, en espera de encontrar algo tras estar inactiva por 10 años, “espero que haya más oportunidades para la gente como yo, que vive con discapacidad”.
En su currícula informa que tiene el certificado de preparatoria y que cursa clases de inglés, piensa que puede encontrar un empleo relacionado con atención a clientes o en un call center; también le interesan las ventas.
Se acercó a un stand de una empresa de televisión de paga en donde se ofrece trabajo como capturista y monitorista. Cumplió con los requisitos: “Ser mayor de edad, con bachillerato terminado y disponibilidad de horario”.
Escuchó con mucha atención a la joven que le explicó que como capturista debería ingresar a bases de datos la información personal de los clientes que contratan el servicio y también se encargaría de redactar promociones y avisos.
En caso de obtener el puesto recibiría un sueldo superior al salario mínimo y contaría con prestaciones superiores a la ley.
“Espero que sí me hablen, tengo fe en poder mantener mis gastos y los de mi mamá, me toca a mí ayudarla, estos 10 años han sido un suplicio y no me acostumbro a ser excluida, no debe ser así”, dijo.