La presidenta Claudia Sheinbaum firmó el decreto de la reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución, en materia de conservación y protección de los maíces nativos.
La reforma avalada por el Congreso de la Unión y la mayoría de Congresos estatales, establece que el cultivo de maíz en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas, producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación como las transgénicas.
Además, todo uso del maíz genéticamente modificado debe ser avalado en los términos de las disposiciones legales, para quedar libre de amenazas a la bioseguridad, la salud y el patrimonio biocultural de México y su población.
“El estado promoverá cultivos tradicionales con semillas nativas, en especial el sistema milpa, para el óptimo uso de la tierra libre de cultivos de maíz genéticamente modificado”, refiere el decreto.
El Congreso de la Unión tendrá un plazo de 180 días, contados a partir de la entrada en vigor, para armonizar el marco jurídico de las leyes en las materias.