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El secretario de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, pidió recurrir con expertos para elaborar la política pública en materia educativa. Si no es a ellos, cuestionó, “¿a quien le vamos a pedir una evaluación? ¿A la CNTE? Eso sería cómico”, dijo.
“En el caso de materia educativa, ¿a quién le vamos a pedir información?, ¿una evaluación? ¿A la Coordinadora [Nacional de Trabajadores de la Educación]? No, ¿verdad? Evidentemente sería hasta cómico, deja surrealista, cómico pedirles algo a ellos”, señaló el funcionario.
Al participar en el Conversatorio: presentación del reporte de la OCDE Una base sólida para la equidad y la calidad en la educación, Granados Roldán reclamó que en la discusión actual sobre la política educativa que se tiene que seguir en el próximo sexenio, “uno de los elementos tóxicos” es que no es una discusión estrictamente educativa o de políticas educativas puesto que, en su opinión, si así fuera se consultaría la opinión de expertos o el apoyo de organismos internacionales.
“Es una discusión de política a secas. Se dice de la reforma educativa que son conversaciones impuestas por los organismos internacionales como la OCDE y el Banco Mundial… pues sí, porque tienen capacidades técnicas, humanas muy robustas y muy competentes.
“Los países hacen bien en tener una mirada externa. Hay centros buenos de investigación. Hay que recurrir a la gente que sabe y puede aportar información”, dijo.
La política pública se debe diseñar, elaborar y ejecutar a partir de documentación, reuniones con expertos, revisión de literatura y estudios de organismos externos no a partir de “clichés políticos, partidistas y sindicales”, reclamó el secretario de Educación Pública.
Política “cliché”. A 15 días de la salida del gobierno y de que la próxima administración eche atrás la reforma educativa, el funcionario priísta criticó que en los últimos meses el criterio para elaborar política pública han sido los clichés.
“La manera más inteligente y sensata de diseñar, elaborar y ejecutar política pública, pues es a partir de insumos de esta naturaleza. Es decir, datos duros y no a partir de ocurrencias, de clichés políticos, partidistas, sindicales, como suele ser frecuente y como hemos visto en los últimos meses”, dijo.
Margarita Zorrillo Fierro formó parte de la Junta Directiva del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en el proceso de publicación e implementación de la reforma educativa.
Durante el conversatorio celebrado en el Salón Hispanoamericano de la SEP, la académica consideró que una de las lecciones que dejó la reforma educativa es que se requieren “más consensos que apoyen las decisiones de la autoridad”.
Reconoció que la reforma se convirtió en un tema estructural que dejó fuera lo pedagógico cuando es necesario observar las dos cosas.
“Esta reforma, por la parte del Servicio Profesional Docente, se convirtió más en una reforma sólo de tipo estructural. Entonces las discusiones de tipo pedagógico que pueden importarles a los docentes y a los papás, no tuvieron lugar hasta que apareció el nuevo currículo.
“La política educativa tiene que ocuparse de las dos cosas: los papás quieren saber qué les van a hacer a sus hijos en las escuelas”, dijo.