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La Sexta Sección Penal de la Corte Suprema italiana determinó hoy que subsisten las condiciones para extraditar a Estados Unidos al exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, pero solicitó que el Tribunal de Apelaciones de Florencia examine nuevamente el pedido de extradición presentado por México.
En una nota, la Corte anunció la decisión tomada por los jueces de la Sexta Sección, que sesionaron varias horas luego de que por la mañana la defensa del imputado presentó sus argumentaciones contra la extradición autorizada en septiembre pasado por el Tribunal de Apelaciones de Florencia, ciudad en la que Yarrington fue arrestado en abril de 2017.
“La Sexta Sección de la Corte de Casación ha decidido sobre el recurso de Yarrington Ruvalcaba Tomás Jesús contra la sentencia de la Corte de Apelaciones de Florencia que consideró subsistentes las condiciones para la extradición de este último, pedido (hecho) con dos demandas (separadas) de los Estados Unidos de América y de los Estados Unidos Mexicanos”, dijo el texto.
Precisó que la Corte Suprema anuló la sentencia (del tribunal florentino) “limitadamente” a la parte en que habían sido consideradas subsistentes las condiciones para la extradición de Yarrington a México.
Ello, explicó, acogiendo el recurso presentado por el imputado, pues consideró necesario que la Corte de Apelaciones de Florencia se pronuncie sobre algunas cuestiones argumentadas por la defensa.
“La Corte de Casación ha considerado en cambio infundado el recurso de Yarrington sobre la demanda de extradición presentada por el Gobierno de Estados Unidos de América”, confirmó.
Consultado por Notimex, el abogado del exgobernador, Luca Marafioti, se dijo “satisfecho” de la decisión y opinó que habrá que esperar la publicación de las motivaciones de la sentencia de la Corte Suprema.
“Imaginamos que la anulación del pedido de extradición mexicano se dio por alguno de los motivos que nosotros presentamos, como la temática de la tortura o la temática de la pena o la temática de la injusticia del proceso”, explicó.
Dijo que ahora las actas serán restituidas a la Corte de Apelaciones de Florencia que examinará cuestiones presentadas por la defensa.
La decisión final de la extradición esperará al Ministerio de Justicia italiano, que podría dar luz verde para que Yarrington sea extraditado a Estados Unidos sin esperar la decisión del tribunal florentino sobre el pedido mexicano.
“Yo creo que el Ministerio de Justicia esperará (a la Corte de Florencia)”, dijo, sin embargo, Marafioti.
Recordó que Italia irá a elecciones el próximo domingo y cambiará el ejecutivo, por lo que la decisión sobre el caso Yarrington podría atrasarse o también acelerarse esta misma semana.
En la audiencia matutina, celebrada a puertas cerradas, Marafioti presentó dos “afidávit” o actas notariales en las cuales denunció que algunas de las declaraciones presentadas contra Yarrington por testigos fueron hechas bajo tortura o incluso que tales testigos fueron obligados a firmar hojas en blanco.
“Nosotros pedimos la anulación tanto de la decisión sobre el pedido de extradición presentado por México, como la anulación de la decisión de la Corte de Apelaciones de Florencia sobre la extradición a favor de Estados Unidos”, dijo.
Argumentó que en ambos casos existiría el riesgo de que no fuera respetada ninguna garantía básica de su cliente.
“Hay casos bien conocidos en los que Estados Unidos no ha respetado el criterio base y ha extraditado ciudadanos a países a lo que no debía haberlo hecho. Según nosotros el caso Yarrington presenta gravísimas violaciones jurídicas, por lo que insistimos por la anulación (de la autorización a la extradición)”, reiteró.
Aseguró que durante la audiencia de hoy la propia fiscalía general consideró que Yarrington no debe ser extraditado a México por el riesgo de tortura, por la situación carcelaria o por la posibilidad de que sean violados sus derechos humanos.
El año pasado los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron dar prioridad a la extradición del exgobernador a ese último país.
Yarrington fue arrestado el 9 de abril de 2017 en Florencia, a donde se trasladó aparentemente de vacaciones desde Paola, una localidad en la sureña región de Calabria, sede de la Ndrangheta, la mafia local, donde residió bajo falsa identidad por un tiempo no precisado.
El exgobernador de Tamaulipas es acusado de lavado de dinero, corrupción y otros delitos.