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La defensa de Joaquín El Chapo Guzmán Loera se quejó de que las autoridades estadounidenses todavía no permitan al líder del Cártel de Sinaloa llamar a sus familiares, a pesar de que se autorizó hace dos semanas que pudiera contactarlos durante media hora al mes. “Las autoridades le siguen prohibiendo que lo haga”, lamentó en un comunicado su abogado, Eduardo Balarezo.
En declaraciones a EL UNIVERSAL, el letrado redobló su queja: “Siempre hay algo más. Ahora dicen que están ‘escrutando’ el número que les di para las llamadas”, dijo, dejando entrever que la fiscalía pueda estar viendo opciones sobre cómo ubicar teléfonos o hacer investigaciones previas.
El abogado aseguró a este diario que entregó a la fiscalía “días y fechas” en los que El Chapo quisiera llamar a sus familiares, sin obtener todavía respuesta.
Guzmán Loera sigue desde su llegada a Estados Unidos —mañana hará nueve meses— en régimen de “aislamiento completo”, condición impuesta “a pesar de que no hay ninguna evidencia presentada en su contra”.
El más reciente revés judicial a las condiciones de El Chapo se produjo el martes, cuando el juez Brian Cogan desestimó la petición de que tanto el narcotraficante como su letrado puedan compartir sala en las visitas legales a la cárcel, lo que “complica” la tarea de la defensa. “El señor Guzmán está decepcionado por la decisión de la Corte”, dijo Balarezo, quien seguirá visitando al preso en salas separadas por una mampara.
Tanto la fiscalía como el juez Cogan argumentaron que las modificaciones en las condiciones de las visitas legales propuestas por la fiscalía eran suficientes para garantizar “reuniones productivas sin poner en riesgo las preocupaciones de seguridad” de EU.
Entre ellas está la colocación de una “ranura” para intercambiar documentos, elementos que para Cogan son suficientes para prepapar el juicio, y que deben estar implementadas antes de la próxima vista judicial del caso, programada para el 8 de noviembre.