Más Información
francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la impunidad y la corrupción se incrustan en la sociedad cuando sus instituciones son débiles o deficientes. Aseguró que estos males “no desaparecen con buenos deseos”, sino con instituciones que garanticen el cumplimeinto de la ley.
Ayer, al promulgar la Ley General de Mejora Regulatoria —que calificó como “antídoto” contra la opacidad, la corrupción y protege a la ciudadanía contra acciones caprichosas de la autoridad— sostuvo que esta norma junto con los sistemas nacionales Anticorrupción y de Transparencia serán los tres pilares del servicio público en el siglo 21.
Ante la cúpula empresarial del país, el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, líderes parlamentarios y servidores públicos, enfatizó que un gobierno fuerte no es sinónimo de uno omnipresente, sino de uno ágil, moderno y eficaz que responde oportunamente a lo que requiere el ciudadano.
“La impunidad y la corrupción se incrustan en la sociedad cuando sus instituciones son débiles o deficientes, esos males no desaparecen con buenos deseos, sino con instituciones que garanticen el cumplimeinto de la ley”, puntualizó.
El Presidente de la República aseveró que con la promulgación de esta legislación, México da un paso decisivo para abatir su rezago regulatorio, transitando de un enfoque federal a una auténtica visión nacional con la activa participación de la sociedad.
Llamó a sociedad, sector privado y gobierno a seguir trabajando juntos para hacer del servicio público una actividad más confiable y más cercana a los ciudadanos.
En un hotel de Polanco, el jefe del Ejecutivo hizo notar que desde hace tres décadas se puso en marcha una política para reducir la tramitología, por lo que en 2015 arrancó la Estrategia Integral de Mejora Regulatoria y de Simplificación de Trámites Administrativos, lo que obliga a las dependencias federales a eliminar dos trámites por cada nueva regulación que se proponga.
Antídoto contra la opacidad. En su mensaje, el presidente Peña indicó que con la promulgación de la Ley General de Mejora Regulatoria se fortalece el marco jurídico que protege a la ciudadanía ante acciones improvisadas, inconexas “y a veces caprichosas de la autoridad”.
Afirmó que “esta ley es un antídoto, sí, hay que decirlo, contra la poca transparencia o la opacidad, contra la corrupción, la arbitrariedad, la ineficacia, la incongruencia y la falta de ética en el servicio público”.
Afirmó que esta norma empodera al ciudadano al brindarle certeza jurídica en los tiempos, procedimientos y costos de los trámites que deba realizar ante los tres órdenes de Gobierno. Expuso sus cuatro ejes:
Se eleva a rango de política de Estado la mejora regulatoria; crea un Sistema Nacional de Mejora Regulatoria, que vinculará a todas las autoridades para que compartan una metodología común en esta materia; el sistema nacional concentrará, en un solo portal de internet, todos los requerimientos federales, estatales y municipales y el cuarto eje es la creación del Observatorio Nacional de Mejora Regulatoria que vigile que se cumpla esta norma.
En su intervención, el presidente de la Cámara de Diputados, Edgar Romo, afirmó que México camina por una nueva ruta, ya que se dispuso a transformarse desde su orden jurídico con reformas de alto impacto que buscan adaptar las condiciones educativas, económicas y sociales a la evolución de la sociedad.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que esta ley beneficia a las micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales emplean a tres cuartas partes de los trabajadores mexicanos.
