De enero a agosto de 2024, México sólo repatrió a 16 mil 474 de los 719 mil 690 que entraron de manera irregular al país, principalmente a Guatemala, Honduras y Venezuela, de acuerdo con cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

Es decir, en México se quedan 98 de cada 100 migrantes que llegan sin documentos y solamente son repatriados 2.28% a sus países.

Especialistas en migración aseguran que una vez que Donald Trump asuma la presidencia de la Unión Americana, por presiones de su gobierno México tendrá que recibir a los migrantes de distintas nacionalidades deportados, pero debido a lo costoso de su repatriación deberá aceptarlos en su territorio, por lo que auguran una grave crisis humanitaria, principalmente en ciudades fronterizas.

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Los más repatriados. Fuente: de Unidad de Política Migratoria de Segob
Los más repatriados. Fuente: de Unidad de Política Migratoria de Segob

Recordaron que en 2010, en la presidencia de Barack Obama, se recibió a 600 mil repatriados mexicanos, lo que creó una fuerte crisis humanitaria, especialmente en Tijuana, Baja California.

“Podemos estar acercándonos a una situación de crisis de asistencia humanitaria, y que ya la vivimos, sobre todo la de 2009; fue muy cruda y eso no se debe repetir. Harán falta alimentos, vestido, aseo, dónde dormir, comunicaciones, asistencia sicológica y luego, lo más importante, es qué es lo que sigue, cuáles serán las rutas de atención. Eso es lo más grave, que no sabemos qué va a pasar con toda esa población”, advierte Tonatiuh Guillén extitular del(INM).

El exfuncionario federal aclara que aunque el país podría devolver a sus naciones de origen a los migrantes, “México no debería ser un vehículo de transporte, sería el colmo. No es el papel de México ser el transportista de los expulsados por Estados Unidos. No debiera, no debe”.

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Coordinadora del Seminario Universitario de Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación de la UNAM, Luciana Gandini, destaca que México debe prepararse ante la que seguramente llegarán a territorio nacional.

“Lo que está en debate es pensar si México va a recibir o no personas de otras nacionalidades. Pero el reto también es pensar que Donald Trump está diciendo que va a deportar personas desde el interior del país, lo cual aumenta el riesgo de que se deporten personas que ya llevan mucho tiempo viviendo en Estados Unidos”, comenta.

Expresa que lo que se prevé en el gobierno de Trump es que habrá deportaciones mucho mayores a las del pasado.

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“Ahí sí hay que pensar muy bien en cómo las ciudades fronterizas van a responder”, indica.

Gandini precisa a EL UNIVERSAL que México es territorio de espera, por lo que se prevé que las ciudades fronterizas se compliquen más porque, por un lado, serán deportadas al país personas de otras nacionalidades, pero también se van a sumar los connacionales.

Coautora de Caravanas migrantes: las respuestas de México, Trabajo y derechos en México. Nuevas afectaciones a la ciudadanía laboral y Población y trabajo en América Latina: abordajes teórico-metodológicos y tendencias empíricas recientes, Gandini destaca que en los últimos dos años las repatriaciones de migrantes de distintas nacionalidades desde México se han reducido drásticamente.

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“Las estadísticas de la Unidad de Política Migratoria revelan que descendieron muchísimo las deportaciones de personas a otros países. Podemos pensar que es por el costo que implica. Imagina que si se tiene que deportar a una persona lejos, o sea que no lo puedes hacer, las deportaciones a Centroamérica se hacen generalmente en autobús”, detalla.

Expone que “lo que tenemos que tener presente es lo que está diciendo Donald Trump en el sentido de que no solamente se realizarán las deportaciones de aquellos que intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos, sino que agentes estadounidenses lo harán desde el interior de su territorio. Ese es su plan importante de deportaciones masivas”, advierte.

Señala además que la preocupación de México en estos momentos es que se desconoce qué sucederá y agrega que el hecho de que deporten de EU a personas de otras nacionalidades viola un conjunto de principios y derechos del derecho internacional, como el principio de no devolución.

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Eunice Rendón, especialista en temas migratorios y de seguridad nacional, destaca que el gobierno de Claudia Sheinbaum se verá presionado por el de Trump para recibir a migrantes no mexicanos.

“México no está obligado, y creo que ese es un buen punto para el país: negociar cualquier cosa, porque eso es algo que él va a querer y si eso va a ser algo que van a aceptar que sea a cambio de recursos, que sea a cambio de atender justo a las personas que lleguen a la frontera”, añade.

La también directora de Agenda Migrante argumenta que México acabará recibiendo a personas en condición de movilidad provenientes de países con los que la Unión Americana no tiene relaciones diplomáticas plenas, como Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua, por mencionar algunos.

Menciona el desplome que han registrado las repatriaciones en México, y dice: “En 2024 aumentaron las detenciones enormemente, pero no así las deportaciones. Entonces, ¿qué es lo que hacen? Detienen a la gente, pero la regresan al sur muchas veces”, comenta.

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