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La decisión de convertir la Base Militar de Santa Lucía en un aeropuerto comercial no causó sorpresa al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La dependencia está consciente de que perderá el espacio estratégico que por más de 50 años ha operado el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, pero tiene la mira puesta en Querétaro, donde se podría construir el que sustituya a Santa Lucía, comentaron fuentes militares.
Ubicada en el municipio de Tecámac, Estado de México, Santa Lucía Número 1 ha representado la zona aérea más importante de las 18 que tiene la Sedena en el territorio nacional.
Fue inaugurada en 1952 por el presidente Miguel Alemán y cuenta con una colonia residencial de militares del Ejército, que aloja a 3 mil familias.
Desde ahí se ponen en marcha misiones de apoyo a la población afectada por desastres naturales, como parte del Plan DN-III-E, así como el despliegue de tropas a entidades afectadas por la violencia generada por el crimen organizado.
Santa Lucía pertenece a la 37 Zona Militar y desde ahí se coordinan operaciones para la Región Aérea del Centro, comprendida por los estados de Jalisco, Hidalgo, Michoacán, Guerrero, Aguascalientes, Colima, Ciudad de México, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
La Fuerza Aérea tiene cuatro regiones aéreas: Centro, con sede en Santa Lucía; Sureste, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Noreste, Chihuahua, y Noroeste, Hermosillo, Sonora.
Actualmente Santa Lucía cuenta con regimientos, batallones, campos de entrenamiento de la Policía Militar, hangares de mantenimiento, escuelas, el museo de aviación militar, considerado el más importante del país, y una unidad habitacional, que alberga a más de 3 mil familias de militares que deberán ser reubicadas ante la nueva terminal comercial.
Hace cinco meses, el presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha en esa área el centro de mantenimiento para aeronaves de la Armada de México, Fuerza Aérea y de la Policía Federal.
La Fuerza Aérea Mexicana tiene una flota de 126 helicópteros y 216 aviones, que en su mayoría realizan operaciones de despegue y aterrizaje en Santa Lucía, como parte de las acciones de apoyo a la población y de combate al narcotráfico.
Además, tiene la capacidad de recibir aeronaves de cualquier tamaño, como los aviones Hércules, C-130; el avión 737-800 o el Boeing 787, que es utilizado por el Presidente de la República.
Lo anterior, en virtud de que la pista con la que cuenta tiene una longitud de 3.4 kilómetros y 75 metros de ancho.
En mayo de este año el secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, la definió como “la instalación estratégica y campo militar más importante del país, que representa el pasado, el presente y, sobre todo, el futuro de la Fuerza Aérea Mexicana”, puesto que ahí se realizan labores de adiestramiento y capacitación de los futuros pilotos.