En los últimos cuatro años, en México se han documentado al menos 129 linchamientos y de ajusticiamiento por propia mano, de acuerdo con la organización civil Causa en Común.

Con base en ejercicios de recopilación de notas periodísticas, Causa en Común refiere que tan solo en el último año, 2023, ocurrieron 19 casos de linchamiento y 129 intentos.

De acuerdo con académicos y especialistas en seguridad existe una invisibilización del fenómeno del linchamientos porque sólo se conoce cuando surge un caso mediático, como el ocurrido el Jueves Santo en Taxco, Guerrero, por el secuestro y asesinato de , una niña de ocho años de edad.

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Señalan que la situación es la misma, la incompetencia de las autoridades locales, la misma desconfianza hacia la autoridad, y la impunidad son factores que detonan esta violencia colectiva.

“Hay por ahí algunas métricas, algunas estadísticas, pero más bien las han levantado medios de comunicación con base en registros periodísticos. Con relación al gobierno no recuerdo una como tal, porque lo que hace es evidenciar la falta de autoridad para poder realizar la impartición de justicia”, dice David Saucedo, experto en materia de seguridad.

Causa en Común que dirige María Elena Morera, refiere que en 2020 se reportaron 39 casos de linchamiento con muerte del supuesto infractor, con el mayor número de casos en Puebla, Estado de México y Oaxaca; en 2021, hubo 42; en 2022, se registraron 29: mientras que en 2023 la cifra redujo a 19.

La ONG dice que Guerrero, Puebla, Estado de México, Michoacán, Veracruz y Oaxaca, son las entidades donde más se han registrado estos casos, y en muchos de ellos, los linchados mueren quemados.

Para hacer su registro y documentar estos casos, Causa en Común, define al linchamiento como “la agresión física cometida por un grupo, turba o multitud contra una persona que provoca su muerte” y el intento de linchamiento ocurre cuando esa multitud no logra provocar la muerte del presunto agresor o infractor.

“El quemarlos todavía con vida viene de un origen prehispánico para exorcizar demonios, para poder quitar el mal. Entonces, son parte de ritos que se tras- ladan de manera macabra al siglo actual”, menciona Saucedo.

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El especialista en seguridad destaca que con las pocas métricas que se conoce, ha habido un incremento en los linchamientos, por la falta se seguridad pública y de procuración de justicia, la gente enardece.

“Existe una ausencia notable de cuerpos de seguridad pública y un deficiente esquema de procuración. Normalmente hay pocas detenciones en varios ilícitos, como en el caso de los linchamientos. También tenemos una operación de grupos de crimen organizado que ya no sólo se dedican al trasiego, al narcomenudeo, sino a cobrar un impuesto a la ciudadanía mediante la extorsión”, expone.

Al respecto, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (OCN), enfatiza que detrás de un linchamiento existe un Estado incapaz de garantizar el funcionamiento de la justicia. Es decir, quienes lo llevan a cabo no se sienten respaldados por la autoridad y por ello optan por una venganza multitudinaria y, al final, por este mismo motivo confían en que no pasará nada tras estas acciones dolosas: “Se sienten tutelados porque la justicia tampoco funcionará para ellos”, dice.

El también licenciado en sicología por la Universidad Autónoma de Baja California, explica que en México no existe la certeza del castigo debido a las fallas en el sistema judicial, hecho por el que la mal llamada “justicia por propia mano”, no es un hecho extraordinario.

“Existe 100% de impunidad y en un país como el nuestro, donde ocurren tantos delitos, que se mantienen en la impunidad, existe esta respuesta violenta que a su vez es motivada porque las autoridades no hacen su trabajo”, detalla Rivas Rodríguez.

En tanto, el vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, Julio Jiménez Martínez, asegura que cada día hay un mayor deterioro del tejido social del país.

“Los sectores vulnerables principalmente son los que están más expuestos a los altos índices de violencia, de impunidad, de incapacidad, simulación y, por qué no, hasta de corrupción por parte de autoridades que se han vuelto poco sensibles”, señala.

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“Los niños finalmente son el futuro de nuestra nación; en donde no hay futuro, no hay certeza, no hay seguridad, no hay respeto por la infancia. Ante este incidente que se presentó, esta muerte de la niña Camila en Taxco, Guerrero, el acto de ejecución, tomar la justicia por propia mano, fue muestra de que actualmente se actúa conforme a la Ley del Talión, ojo por ojo y diente por diente”, apunta.

Asimismo, el profesor del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas, campus Puebla, Gerardo Rodríguez, externa que los linchamientos son a causa principalmente de delitos como el secuestro y el infanticidio.

“Este fenómeno es un reflejo del hartazgo frente a la impunidad rampante que hay en varias regiones del país, donde no llega la autoridad, hay incapacidad de las autoridades para castigar estos delitos, Lo estamos viendo cuando hay una afectación a menores de edad”, comenta.

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