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Bruselas.— El secretario general de la Cámara de Comercio México-Unión Europea (MexChamEU), César Guerra, asegura que el impulso de políticas que generan incertidumbre y cuestionamientos, como la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), no contribuye a sacar ventaja del gran momento que vive el país por el acomodo geoestratégico y la enorme confianza ciudadana depositada en las urnas.
Además, podría repercutir en la oportunidad creada por el cambio de administración en México y la renovación del mandato de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para concretar la modernización del acuerdo global, seis años después de que ambas partes alcanzaran un arreglo de principio.
“México es soberano de discutir e implementar estas nuevas medidas; sin embargo, si los inversionistas perciben que corre más riesgo su inversión comparado con la situación anterior, eso va a generar nerviosismo”, dice Guerra a EL UNIVERSAL.
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“Ese posible nerviosismo ya se está viendo reflejado en los mercados con el movimiento del tipo de cambio del peso/dólar”.
En comparación con la situación actual, dice, las nuevas reglas de juego debatidas por el Legislativo no ayudan a la percepción de los inversionistas por la incertidumbre que genera desconocer cómo van a operar los magistrados responsables de tomar decisiones de alto calado.
“Aquellos adversos al riesgo esperarán a ver si efectivamente es una reforma que no impacta en la impartición de justicia y pueden invertir sin problema, pero para que eso suceda yo creo que los inversionistas se van a tomar un tiempo”, advierte.
El antiguo representante de la Secretaría de Economía ante la Unión Europea afirma que en lugar de provocar nerviosismo, México debería ocuparse en mejorar la percepción de inversionistas, aprovechar el voto de confianza de los ciudadanos mostrado en las urnas y sacar ventaja de las oportunidades generadas por la transición geopolítica creada por la disputa entre Estados Unidos y China.
“El que la presidenta [Sheinbaum] tenga mayoría en el Congreso es un parteaguas. Se esperan muchas cosas del gobierno, falta ver si va a ser buen uso y si los cambios son compatibles con el ambiente de negocios que esperan los inversionis- tas, porque ellos reaccionan al nivel de percepción de riesgo”, insiste.
“Si llega a suceder la reforma y se incrementa la percepción de riesgo y baja la nota de México, eso no va a ayudar. El gobierno lo sabe, porque las señales se han dado a través de distintos altavoces”, subraya.
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Lila Abed, directora del Wilson Center’s Mexico Institute, con sede en Washington, adelanta que si la reforma es promulgada existe la posibilidad de una rebaja en la calificación de México por parte de las firmas en Wall Street.
Al hablar de las relaciones entre países, el que fuera jefe negociador de México para la Modernización del Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea apunta que las consecuencias se verán a partir de la aplicación de la ley, no antes.
Estados Unidos y Canadá expresaron preocupación pero no pueden llevar a México a un panel de solución de diferencias por una ley adoptada por el Legislativo sólo por sospechas de que cambiará la independencia de jueces y magistrados: “Habrá que esperar. Si opera de tal manera que cambie las condiciones o que los fallos de jueces y magistrados sean sesgados, entonces sí habría un caso, pero antes es difícil decir que hay una violación si sólo se presume un sesgo”, opina.
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El acuerdo vigente con la Unión Europea, negociado en 1998 y 1999, no contiene las mismas disposiciones legales que el acuerdo comercial de Norteamérica; sin embargo, Guerra no descarta la posibilidad de que Bruselas reaccione si percibe una erosión del Poder Judicial. Señala que la Comisión Europea podría aplicar un recurso similar al activado contra el gobierno del premier húngaro Viktor Orbán, que consistió en el congelamiento de fondos por los reiterados ataques a la independencia del Poder Judicial.
“Eso no caería muy bien en el gobierno entrante y, de nuevo, las condiciones no necesariamente serían las mejores para retomar la modernización”, vislumbra.
El pasado 17 de julio fue puesta en marcha la MexChamEU, en Bruselas, Bélgica. El presidente de la Cámara de Comercio, Gokhan Kantarcigil, explica a este diario que su lanzamiento responde al interés por contribuir a que México y la Unión Europea se vuelvan a sentar para que cierren el pacto renovado.
“El reto será que posibles preocupaciones, como la reforma al Poder Judicial, no distraigan lo realmente importante, que es concretar el acuerdo, porque algunos exportadores mexicanos pagan más aranceles que sus vecinos de América Latina, y algunos europeos más que Vietnam y Singapur”, detalla.