Michoacán.— En Tlalpujahua la educación musical integró un frente comunitario contra la violencia de . Más de 600 niños y niñas, encontraron en la trompeta, la tuba o la tarola, del proyecto que conforma bandas de música regional mexicana Únete a la banda, una herramienta de cohesión social para apartarse de la criminalidad del estado con la disciplina que requiere aprender a tocar un instrumento.

Del proyecto —que nació en 2018, cuando la lucha entre el elevó los índices delictivos en el estado— ya egresaron tres generaciones que pudieron elegir otra historia ante la migración forzada, la deserción escolar, el narcotráfico y el consumo de drogas, tras encontrar en el arte un sentido de pertenencia y una ruta para mejorar su economía.

“Mi esposo tocaba el clarinete; mi hija, la tuba y, hoy, mi niño, la trompeta. La música es una alternativa para que los niños tengan la mente lejos de las drogas, de los delitos, porque no es nada más tocar un instrumento, ellos aprenden un oficio, que les da alegría, les abre otro camino y que les va a dar un ingreso económico”, dijo María de Jesús Nolasco, mamá de Luis, de nueve años, quien es trompetista en la banda Herencia del Pueblo.

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Según cifras del gobierno federal, Tlalpujahua mantiene niveles bajos de incidencia delictiva en comparación a otros municipios del estado de Michoacán.

Al respecto, las familias de los menores y jóvenes que forman parte del proyecto, fundado por Octavio Martínez Camacho, en 2018, consideran que, entre otros factores, la música ha sido uno de los principales conductos de la población hacia oportunidades económicas y entretenimiento lejos de actividades criminales. Desde su origen, Únete a la banda fue pensado por Martínez Camacho como un movimiento que eventualmente se convirtiera en un factor de transformación social en Michoacán.

Al ser doctor en Derecho con especialidad en temas como el crimen y el sistema penal acusatorio, conoce la necesidad del estado por actividades que le traigan alegría y paz.

La banda musical también le mostró un nuevo panorama a las niñas, quienes seguían la tradición de casarse y tener hijos. Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
La banda musical también le mostró un nuevo panorama a las niñas, quienes seguían la tradición de casarse y tener hijos. Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL

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“Tenemos suerte, y sí, es suerte, de que el proyecto esté en nuestra comunidad y nuestros hijos aprendan a tocar, a tener pasión por un instrumento, porque es triste que otros niños, en otras comunidades, tienen que irse a Estados Unidos, irse con las malas compañías porque no hay más oportunidades”, reflexionó la mamá de Luis.

En siete años, entre los municipios cercanos a Tlalpujahua, el movimiento creció tanto que conformó la Escuela Comunitaria de Música de Banda cuyas clases se imparten en escuelas, iglesias y patios de padres de familia solidarios o del mismo Octavio Martínez.

De la escuela han surgido 30 bandas, integradas por niños y niñas desde los seis años hasta los 21, pertenecientes a distintos ensambles que se presentan en fiestas patronales, eventos de particulares, conciertos fuera del estado o que tocan por felicidad y placer.

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Para otros padres de familia, el proyecto también le mostró un nuevo panorama a sus hijas, quienes seguían la tradición de casarse, tener hijos y ser amas de casa jóvenes.

“Me siento orgulloso. Busco la manera en que ellas puedan estar presentes en todos los eventos, les cargo la tarola, las motivo. Su mamá las peina, les dice que tienen que seguir, les arregla sus trajes, para que ellas tengan otra historia, con más opciones que las que tienen normalmente las mujeres en los pueblos”, comentó Israel Nolasco, papá de Tatiana y Tania, taroleras en la banda La Única.

Tania Nolasco tiene 17 años. Es la primera tarolera de su comunidad. Además, es integrante de la primer banda conformada totalmente por mujeres no sólo en Únete a la banda, sino en Tlalpujahua.

El proyecto musical nació en 2018, cuando la lucha entre el crimen organizado elevó los índices delictivos en Michoacán. Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
El proyecto musical nació en 2018, cuando la lucha entre el crimen organizado elevó los índices delictivos en Michoacán. Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL

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“La tradición es que los hombres sean quienes toquen porque, por ejemplo, la tuba es pesada, a la trompeta hay que soplar fuerte y la tarola es pesada, y se le pega fuerte, entonces, me siento especial, con un privilegio por formar parte de algo así.

“Igual esto es una distracción, es una forma de darle camino a la vida. Tenemos la motivación de mejorar para que nuestras canciones se oigan más bonitas y nos inviten a presentarnos en más lugares. Es un enfoque para no estar en malos pasos, con la gente equivocada”, expresó Tania.

El domingo pasado, el proyecto Únete a la banda se presentó en el Complejo Cultural Los Pinos, donde siete bandas de comunidades cercanas a Tlalpujahua, mostraron su talento a los turistas capitalinos.

“Es la primera vez que salimos del pueblo”, comentó Tania.

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