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Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), rescató y puso en aseguramiento precautorio a 18 aves exóticas, en peligro de extinción, que un particular poseía ilegalmente para fines comerciales en la alcaldía Iztapalapa, de la Ciudad de México.
Durante la inspección, los trabajadores de la dependencia también detectaron faltas al trato digno y respetuoso de algunas aves. Por ejemplo, una guacamaya sufría el “síndrome pica”, es decir, arrancó su plumaje derivado del estrés.
Fue el 8 de julio pasado cuando inspectores acudieron al lugar y encontraron en posesión del particular 18 aves, entre ellas, tres clarines, Myadestes occidentalis; un jilguero, Myadestes unicolor; un tigrillo degollado, Pheucticus ludovicianus; un cardenal rojo, Cardinalis cardinalis; dos mirlos, Turdus sp; un loro eclectus, Eclectus roratus; una cacatúa rosada, Eolophus roseicapilla; un conuro del sol, Aratinga solstitialis; un azulejo, Passerina cyanea; una rosella roja, Platycercus eximius; cuatro pericos dorsirrojo, Psephotus haematonotus, y una guacamaya roja, Ara macao.
De ellas, varias de ellas listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y el Apéndice I y II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Los ejemplares no contaban con sistema de marcaje y se encontraban en aparente estado físico regular.
Además, el particular no pudo acreditar la legal procedencia de las aves, ni el registro o incorporación como prestador de servicios vinculados a la comercialización de ejemplares, partes y/o derivados de especímenes de vida silvestre emitido por la Semarnat.
Por lo anterior, la Profepa implementó el aseguramiento precautorio de los ejemplares de vida silvestre y quedó como depositaria de algunas aves, con excepción del loro eclecto, la cacatúa rosada, el conuro del sol, de la rosella roja, de los perico dorsirrojo, los cuales se encuentran en buenas condiciones, por lo que quedaron bajo cuidado del visitado.
Los ejemplares que están en alguna categoría de riesgo son el clarín y jilguero, incluidos en la NOM-059-SEMARNAT-2010; la guacamaya roja, incluida en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y Apéndice I de la CITES, y un loro eclectus, una cacatúa rosada, un conuro del sol, una rosella roja y los pericos dorsirrojo, que se encuentran en el Apéndice II de CITES.
El inspeccionado cuenta con cinco días hábiles para desvirtuar las irregularidades encontradas durante la visita, de lo contrario se emitirá el acuerdo de emplazamiento correspondiente.
kicp/apr
