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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que la amputación de los dedos y una mano de un ejemplar hembra de mono saraguato que se electrocutó en Balancán, Tabasco, fue hecha con el objetivo de salvar su vida y lograr una reconstrucción parcial de sus extremidades para garantizar su bienestar.
Aseguró que cuenta con las atribuciones necesarias para rescatar vida silvestre y que la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) donde se atendió a la monita está legalmente autorizada y su objetivo es la protección, rescate y repoblación de las especies mono aullador negro, Alouotta pigra, y mono araña, Ateles geoffroyi.
En un comunicado en atención a las inquietudes mostradas por organizaciones ambientalistas, la dependencia detalló que desde el lunes 25 de noviembre, fecha en la que la monita saraguato se electrocutó, autoridades de medio ambiente del municipio tomaron medidas para que recibiera atención médica urgente.
El martes 26 de noviembre por la tarde, la Oficina de Representación de Profepa (ORPA) comenzó a hacer las gestiones para trasladar a la hembra de mono saraguato a la UMA en Palenque, Chiapas, donde continuaría su atención médica.
Al día siguiente, la monita fue recibida en la unidad Los Susurros, donde personal médico realizó de manera inmediata la revisión del ejemplar y encontró quemaduras en las dos manos por electrocución.
La mano izquierda en el área distal del antebrazo quedó calcinada en su totalidad, con quemaduras de tercer grado y con daños irreparables en la totalidad de tejidos. La mano derecha estaba dañada aproximadamente en un 40%, lo que permitió mantener la estructura de la mano y hacer una reconstrucción de los tejidos dañados, así como retirar los huesos de las falanges 2 y 3 y el metatarso 2, para lograr una reconstrucción parcial de la mano, detalló la Profepa.
Para procurar su supervivencia el personal tomó las decisiones correspondientes ante su situación. Hasta la fecha, el ejemplar continúa recibiendo tratamiento médico veterinario, una alimentación balanceada y está mejorando.
El ejemplar permanecerá ingresado en la UMA para continuar con sus curaciones y tratamientos durante todo el tiempo que el médico considere adecuado. Al momento se encuentra estable, pero continúa con pronóstico reservado, según indicó la Profepa.
“Las decisiones médicas han sido tomadas por el personal médico que ha atendido al ejemplar, con la convicción de buscar su bienestar y salvar su vida, que ha estado en peligro. Quienes atienden al ejemplar en la UMA tienen una trayectoria de atención especializada en esta especie y de trabajo compartido con la Profepa y con otras instituciones del sector ambiental.
“Por experiencias previas, se sabe que la mayoría de los primates que sufren quemaduras por electrocución de alta o media tensión difícilmente sobreviven. Aun así, el objetivo principal es lograr que sobreviva, procurando las mejores condiciones posibles de bienestar para el ejemplar. Profepa reitera su compromiso no solo de buscar los mejores medios de atención posibles para este ejemplar, sino también para proteger los ecosistemas en los que vive esta especie y otras”.
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