En poco más de dos horas y de manera atropellada se desahogó la inédita diligencia de la Sección Instructora de la Cámara de Diputados sobre el juicio de procedencia contra el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca, en la que participaron como testigos el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, y el procurador Fiscal de la Federación, Carlos Romero Aranda.

Desde el inicio de la reunión, que se realizó de manera virtual, el abogado defensor del mandatario, Alonso Aguilar Zinser, intentó impedir que la sesión fuera pública, al advertir que dar a conocer detalles de la carpeta de investigación era violatorio a la normatividad vigente; sin embargo, tanto los integrantes de la Sección Instructora, encabezados por el diputado Pablo Gómez (Morena), como el propio Nieto argumentaron que cuando se trata de actos de corrupción debe haber transparencia en los procedimientos sancionatorios, para que se conozca toda la información.

De manera insólita y hasta inverosímil, la audiencia inició sin la presencia de la parte acusadora u ofendida, es decir, la representación de la Fiscalía General de la República (FGR).

Incluso, el presidente de la Sección Instructora ni se había percatado de esta ausencia y fue el abogado Aguilar Zinser quien lo hizo notar.

Los integrantes de la Fiscalía General no se presentaron por sus nombres y solamente mencionaron a quienes representaban y argumentaron que tuvieron fallas con la conexión.

El abogado defensor pidió al presidente de la Sección Instructora que repusiera la primera parte de la sesión para darle a los representantes del Ministerio Público de la Federación la posibilidad y el derecho de participar, pero el diputado morenista se negó rotundamente.

“Es que no se trataba de un derecho, licenciado. No es responsabilidad de la Sección Instructora. No estaba presente la fiscalía, bueno, esa actuación ya terminó, ya se acabó, ya se superó. Estamos en otro momento de la diligencia en curso. Siento no poder complacerle su petición”, dijo tajante.

Mientras todo esto ocurría, el gobernador García Cabeza de Vaca, quien estuvo presente en toda la audiencia, no pronunció una sola palabra, simplemente sonreía y movía la cabeza al escuchar las más de 30 propiedades que le endosaron, con un valor de más de 246.6 millones de pesos.

En contraste y como era de esperarse, el que más habló fue Aguilar Zinser, quien fue muy insistente en sus cuestionamientos al titular de la UIF.

En algunas ocasiones llegó a arrebatar la palabra, lo que le generó algunas llamadas de atención por parte del presidente de la Sección Instructora.

Al final, todos se ofrecieron disculpas y se despidieron cordialmente. Fue la primera sesión pública en la historia para el desahogo de pruebas de una Sección Instructora en un caso de desafuero de un gobernador opositor en funciones.

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