A 25 días de que se inaugure la superfarmacia del presidente Andrés Manuel López Obrador, el próximo 30 de diciembre, como anunció el secretario de Salud, Jorge Alcocer, la dependencia que encabeza no tiene datos del avance del acondicionamiento para almacenar “todos los medicamentos del mundo”.
A través de una solicitud de información, la Secretaría de Salud (Ssa) también negó tener conocimiento del avalúo o del monto que se pagó por la compra de la bodega ubicada en Huehuetoca, Estado de México.
“[La información sobre la superfarmacia] no es competencia de este sujeto obligado, puesto que los Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex), es el encargado de contar con la información solicitada”, afirmó la dependencia.
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Sin embargo, Birmex es una empresa del gobierno federal, coordinada por la Secretaría de Salud y dirigida por el general de división Jens Pedro Lohmann Iturburu.
La declaratoria de incompetencia se dio después de que el pasado 21 de noviembre el titular de la Ssa anunció que la bodega de 97 mil metros cuadrados sería inaugurada el próximo 30 de diciembre y ofreció detalles de su acondicionamiento.
Ese día el funcionario explicó que el gobierno federal hizo un pago inicial, sin especificar el monto, para adquirir el complejo que anteriormente albergaba los insumos de la tienda departamental Liverpool y que dejó de funcionar el año pasado, cuando estrenó un recinto de 226 mil metros cuadrados.
Detalló que sólo faltaba instalar aproximadamente 20% del equipo necesario para almacenar los medicamentos que planea comprar el gobierno federal, que durante la actual administración ha enfrentado un desabasto intermitente por el continuo cambio de estrategias para comprarlos y distribuirlos.
“Es un espacio muy utilizado para otros fines, pero en este caso lo que faltaba nada más era el espacio de refrigeración para algunos medicamentos, que es alrededor de 10% o 20%, pero lo demás está para una distribución rápida. Ya todos los estados están ubicados en ese espacio y la salida a través de otros medios, como serían, en ocasiones, avionetas o aviones, va a ser desde luego muy fácil”, aseguró Alcocer.
Por su parte, ante la misma solicitud, la Secretaría Particular del Presidente, a través de Juan Carlos Guerrero Torres, director de Análisis Jurídico y de Gestión Documental, también se declaró incompetente por no contar con los detalles del proyecto denominado superfarmacia propuesto por el Presidente como solución para el desabasto de medicamentos.
“Los sujetos obligados que pudieran contar con información de su interés son la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social”, refirió la Oficina de la Presidencia de la República.
Al consultar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ésta se deslindó y aseguró que la información sobre el avance del acondicionamiento de la superfarmacia y la compra de medicamentos que se resguardarán ahí no es de su competencia, sino de la Ssa.
“La información que solicita no es competencia de esta secretaría, por lo que se le sugiere canalizar su solicitud a la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Salud, por considerarlo un asunto de su competencia”, especificó el general de brigada Marco Antonio Gómez Nava, titular de la Unidad de Transparencia de la Sedena.
La bodega fantasma
Las instalaciones de la megabodega ubicada en Huehuetoca se encuentran cerradas, sin vigilancia federal ni movimiento de personal del gobierno o trabajadores que sustente la afirmación del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que “se están equipando para todas las medicinas, los equipos de refrigeración, todo lo que se requiere”.
“En diciembre vamos a inaugurar ya la gran farmacia que va a contar con todos los medicamentos que se requieren, todos los medicamentos. Esa gran farmacia, ese gran almacén, va a tener un sistema de comunicación y de transporte para que, si falta un medicamento en una comunidad, en un pueblo, en un municipio, en un estado, sea un centro de salud, un hospital, en 24 horas se tenga el medicamento”, dijo el pasado 21 de noviembre.
De hecho, el movimiento en el interior de la bodega cesó desde el año pasado, cuando terminaron las operaciones de la tienda departamental, afirmaron vecinos de la zona consultados por EL UNIVERSAL en un recorrido realizado el pasado 24 de noviembre.
Señalaron que hasta ese momento no se había visto que se efectuara ningún tipo de trabajo en su interior, ya que es fácil observar porque se encuentra “semienterrado” en una pequeña depresión geográfica y la colonia Santa Teresa está por encima de la instalación.
Este rotativo también pudo constatar que no hay elementos del Ejército, Marina o la Guardia Nacional resguardando el lugar, y solamente se observó que dos guardias de una empresa privada de seguridad cuidan la entrada de la que será la megafarmacia.
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