Washington. — Estados Unidos inculpó ayer viernes a Los Chapitos, hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, por tráfico de fentanilo, así como a proveedores chinos de precursores químicos para fabricar este opioide.
Los tres hijos de El Chapo acusados son: Ovidio Guzmán López y Jesús Alfredo, e Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
En un comunicado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos indicó que siete acusados están detenidos en espera de procesos de extradición, incluido Ovidio Guzmán, que está preso en México.
Los siete han sido detenidos en Colombia, Grecia, Guatemala y Estados Unidos, afirmó en rueda de prensa la directora de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), Anne Milgram, para quien el Cártel de Sinaloa y Los Chapitos son los principales responsables del fentanilo que “inunda” Estados Unidos.
Además, hay cinco acusados de China y Guatemala, señalados de suministrar precursores químicos al cártel.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de Estados Unidos también sancionó el viernes pasado a dos empresas chinas.
Milgram afirmó que durante el último año y medio, la DEA se infiltró proactivamente en el Cártel de Sinaloa y la red de Los Chapitos, obtuvo un acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización y los siguió por todo el mundo.
Los cargos se hicieron públicos en el Distrito Sur de Nueva York contra 28 acusados, entre miembros del Cártel de Sinaloa, proveedores chinos de precursores, un intermediario en Guatemala que compra las sustancias a nombre del cártel, operadores de los laboratorios clandestinos en México, un proveedor de armas y varios implicados en lavado de dinero.
Al describir los cargos, el secretario de Justicia, Merrick Garland, detalló la violencia del Cártel de Sinaloa y cómo sus miembros han torturado a enemigos, incluidos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en México. Eso ha incluido a personas con las que han alimentado a tigres propiedad de los hijos de Guzmán Loera, a veces mientras aún estaban vivas, dijo.
Los cargos en los distritos federales del Sur de Nueva York, Norte de Illinois y Distrito de Columbia son contra cerca de 30 personas.
“Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar son líderes del cártel, junto con Ovidio Guzmán, imputado en una acusación separada también revelada hoy, por su papel en actividades de fabricación y tráfico para el cártel”, detalló.
El secretario de Justicia explicó cómo funciona esta “red compleja”. Primero el cártel negocia la venta y envío de precursores químicos de fentanilo, principalmente de China, a laboratorios clandestinos en México, donde se fabrica el opioide y que están custodiados por narcos que brutalizan y aterrorizan a los mexicanos, afirmó. Desde los laboratorios, los traficantes trasladan el fentanilo de México a Estados Unidos “donde se vende al por mayor a otras organizaciones criminales”, especificó.
Antes de la reventa, esas organizaciones “mezclan el polvo de fentanilo con otras drogas, como cocaína y heroína” y “suelen vender pastillas de fentanilo como analgésicos recetados falsos”, de modo que “muchos estadounidenses no saben que están comprando y envenenándose con fentanilo”, afirmó.