El coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados , Juan Carlos Romero Hicks, aseguró que la presentación de los Precriterios de Política Económica que hizo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador el pasado miércoles, se convirtieron hoy en un solo trámite.

El respeto al Estado de Derecho es una de las principales variables que debería considerar el presidente López Obrador en los Precriterios de Política Económica para 2022 , no solo para el cumplimiento de sus metas, sino para convencer a la sociedad de que México va por el camino correcto, afirmó el Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional , Juan Carlos Romero Hicks.

En el documento entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a la Cámara de Diputados no se toma en consideración serias técnicas del contexto nacional como la baja productividad por la pandemia, la falta de estímulos para el crecimiento y un lento y farragoso proceso de vacunación, razones por demás suficientes para no acompañar los deseos de la Administración Pública que está cosechando lo que sembró.

Romero Hicks dijo que los indicadores fundamentales de los Precriterios son altamente optimistas ante un ambiente interno y externo todavía inciertos, en donde lo que se ofrece no está apegado a la realidad y peor aún, no se garantiza el Estado de Derecho en las acciones de una administración pública que no convence.

En el documento entregado a la Cámara de Diputados, se ofrece un índice de inflación para este año de 3 por ciento, pero que ya tuvo que ajustarlo al 3.7%. La proyección del tipo de cambio ya lo corrigió al pasar de 19.22 a 20.4 pesos por dólar y para el año entrante considera una cotización de 20.3 pesos por el billete verde.

La tasa de interés para el mercado interno que la había ajustado de 4 a 3.8% para el 2021, espera subirla a 4.3% el próximo año.

Se apuesta por una recaudación de impuestos para este año mayor en 68 mil 700 millones de pesos, respecto a lo autorizado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el 2021, con 174 mil millones 300 millones de pesos, sin embargo, no está considerando variables importantes.

Por ejemplo, en lo que llevamos de este año, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se quedó “a la mitad” de su potencial en 2020, a pesar de los avances en el combate a la evasión y elusión fiscal.

Otro elemento para considerar es que la Población Económicamente Activa en México registró una disminución de 2.4 millones de personas, al pasar de 57.8 millones en febrero de 2020 a 55.5 millones en el segundo mes del presente año, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicados por el INEGI.

Hasta el pasado mes de febrero se contabilizan 2.4 millones de personas fuera del mercado laboral en México, situando la tasa de desempleo en 4.4 contra el 3.6 por ciento, registrado en el mismo mes de 2020.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la población ocupada se situó en 53 millones de personas, cifra inferior a los 2.7 millones contabilizadas durante el mismo mes del año pasado.

Por otro lado, por segundo año consecutivo, México ya no está dentro de los 25 países más atractivos para recibir Inversión Extranjera Directa (IED). De 2018 a 2020 México disminuyó el flujo de IED al pasar de 33.7 a 29.1 mil millones de dólares y la perspectiva no es nada alentadora si tomamos en cuenta las señales que se están enviando desde Palacio Nacional.

Entre esas malas señales debemos mencionar el clima de polarización nacional, el atentado contra los órganos autónomos, la reforma a la industria eléctrica, la eventual prohibición del outsourcing o subcontratación laboral, la estela de daños que se siguen sintiendo por la extinción de los fideicomisos y la próxima discusión de artículos en materia de hidrocarburos, entre muchos otros cambios de carácter regresivo.

De acuerdo con los agregados monetarios del Banco de México, hay poco dinero en circulación entre la población, el crédito al consumo destinado a las familias mexicanas ha sido muy afectado, pues registró un desplome del 23 por ciento de febrero de 2020 al mismo mes de 2021.

El crédito al sector privado, que incluye el financiamiento al consumo para empresas y la vivienda registró una caída del 6 por ciento, lo que confirma el deterioro del entorno de negocios debido a la falta de condiciones en el país para la expansión económica.

El presidente López Obrador estima el crecimiento del Producto Interno Bruto entre 4.3 al 6.3 por ciento para 2021 pero hay que decirlo con franqueza el verdadero motor está del otro lado del Río Bravo.

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