Más Información
Sindicato de controladores aéreos alerta por malas condiciones en infraestructura y comunicaciones; denuncia además falta de pagos
Se estrella avión de Jeju Air en aeropuerto de Corea del Sur y reportan al menos 120 muertos; sigue aquí el minuto por minuto
VIDEO: Así fue el momento en que el avión de Jeju Air se estrella en Corea del Sur; iban 181 personas a bordo
Líder de MC en Michoacán pide investigar a Anavel Ávila, alcaldesa de Coalcomán; la edil agradeció a “El Mencho” y al CJNG por juguetes
“¡Arráncate, Coalcomán!”; así fue la campaña de Anavel Ávila, ligada al “Mencho”, con Movimiento Ciudadano
Sheinbaum anuncia construcción de Farmacias del Bienestar en 2025; asegura habrá medicamentos gratuitos para personas vulnerables
nacion@eluniversal.com.mx
Tras haberse formado por 10 horas, Raúl pudo ingresar a la gasolinera ubicada en la esquina de Eje 10 Sur y Delfín Madrigal, en Coyoacán, lo que ayudará a que su economía se mejore, puesto que en estos cuatro días de escasez de combustible en la Ciudad de México perdió alrededor de 20 mil pesos en su tienda ubicada en la alcaldía.
Es casi mediodía y frente a Raúl, quien tiene una tienda de abarrotes, está una pipa de Pemex, con número 0945, que descarga el combustible, por lo que es cuestión de minutos para que inicie de nueva cuenta la venta de gasolina, lo que alegre al hombre, el primero formado en la larga fila que se observa sobre Eje 10 Sur, cerca de Ciudad Universitaria.
“Me formé en la madrugada de este sábado porque tenía muy poca gasolina en el tanque. Ya me urgía, porque como no me podía mover en la camioneta, no pude ir a surtir de mercancía a la Central de Abasto, y como la gente no sale por lo mismo [para ahorrar combustible], mis ventas han bajado, yo calculo que unos 20 mil pesos”, dice.
Con su chamarra gruesa de lana, la cual lo ayudó a soportar los casi 10 grados de temperatura que se sintieron en la noche en esta parte del sur de la capital, relata que fue su hijo quien lo acompañó en la madruga a formarse. “Pues no me quiso dejar solo; me dijo: ‘Yo te acompaño, papá’. Lo hizo para solidarse conmigo.
“Estoy bien entumido y me duele la espalda, pero valió la pena”, comenta Raúl, segundos antes de que los despachadores de la gasolinera retiraran los botes de basura que impedían el paso de vehículos.
Luego de la reapertura, una docena de gente con garrafones en mano y automovilistas que circulaban por la zona tratan de meterse en la fila del centro, lo que ocasiona gritos de aquellos que han pasado horas formados.
“Fórmense, no sean aprovechados. Nosotros llevamos horas aquí, no se vale”, reclama una señora que sale de su vehículo. Ante los reclamos y para evitar que el asunto se complique, cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México impiden que al establecimiento ingresen vehículos o personas que no estén formadas.
Cinco minutos después Raúl sale con el tanque de su camioneta lleno. “Es buena la idea del gobierno, pero lo hubiera hecho escalonado y que nos avisara con tiempo. Faltó eso, que se programara, porque es una buena medida: acabar con los huachicoleros”.