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La corrupción y el nepotismo han aumentado en el Poder Judicial de la Federación , admitió el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien sostuvo que ambos se alimentan de la impunidad que mucho tiempo les ha acompañado.
“Que quede claro que esto se acabó. Que no toleraremos a los servidores públicos que anteponen sus intereses personales, a los de la justicia. Estamos limpiando la casa y no dejaremos en este compromiso.
"En estos años nos hemos anquilosado, ha aumentado la corrupción y se ha arraigado un nocivo corporativismo judicial, lo que ha impedido un acceso efectivo a la justicia", sentenció el ministro al rendir su primer informe de labores ante el pleno del máximo tribunal de justicia del país.
En presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, de las presidentas de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, y del Senado, Mónica Fernández, Zaldívar Lelo de Larrea señaló que existen cotos de corrupción, aislados pero lastimosos que dañan profundamente la impartición de justicia en México.
“La corrupción judicial genera desigualdad, impunidad y perpetúa el círculo vicioso del crimen y la violencia. La corrupción judicial es un flagelo que debilita a todas las instituciones públicas, porque erosiona la confianza en el sistema mismo”, admitió.
Y añadió: “Un poder judicial percibido como corrupto pone en entredicho la capacidad misma del Estado para cumplir sus fines. Un poder judicial percibido como corrupto carece de la fuerza y legitimidad para desempeñar adecuadamente el rol equilibrador que constitucionalmente le corresponde”.
Dijo que el Poder Judicial de la Federación no ha logrado construir con la ciudadanía una relación de confianza.
“No ha habido un proceso de apropiación, por el cual la sociedad reconozca como suyos a los jueces federales y como valiosa la labor que desempeñan. Los jueces muchas veces son percibidos como miembros de una élite a la que protegen y preservan. Muchas veces son vistos como agentes que actúan sin tomar en cuenta la realidad social, sin miramiento a las circunstancias particulares que impiden el goce de los derechos, denegando justicia a aquellos grupos a quienes históricamente les ha sido vedada”, refirió.