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Al dar a conocer que en cuatro meses del programa Jóvenes Construyendo el Futuro se ha colocado a 501 mil 559 jóvenes como aprendices en empresas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, aceptó que hay beneficiarios que dejaron de asistir a los centros de trabajo y, por lo tanto, ya no reciben los 3 mil 600 pesos mensuales de beca.
“Hay jóvenes que han dejado de asistir y a ellos simplemente no se les otorga la beca, no se les paga y hay que decir que esta beca se da de manera directa al aprendiz, no hay intermediarios, son los jóvenes los que tienen una cuenta bancaria y reciben los 3 mil 600 pesos mensuales, siempre y cuando acudan a su capacitación”, afirmó.
En conferencia de prensa matutina, la titular de la Secretaría del Trabajo detalló que del total de jóvenes aprendices en diversos sectores, 378 mil 650 ya reciben el pago.
Los jóvenes —entre 18 y 29 años de edad— inscritos en el programa fueron colocados en 75 mil 507 centros de trabajo: en el sector privado, 70%; instituciones públicas, 23%, y organizaciones de la sociedad civil, 7%.
Los estados con un mayor número de beneficiados son: Chiapas, Tabasco, Veracruz, Estado de México, Guerrero, Ciudad de México, Michoacán y Oaxaca.
Alcalde Luján detalló que en el sureste del país son un mayor número de aprendices por los niveles de pobreza y marginación. Además de que 58% son mujeres, ya que enfrentan mayores dificultades para conseguir empleo.
De los más de medio millón de beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, 42% estudiaron hasta la preparatoria; 25% tienen nivel de secundaria; 20%, licenciatura; 7.2% con primaria; 4.2% tienen carrera técnica y 0.3% (mil 533 jóvenes) con posgrado.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que en vez de que la delincuencia enganche y reclute a los jóvenes, es necesario que “nosotros los abracemos, los convoquemos a participar”.
En otro tema, el presidente López Obrador promovió la creación de un grupo CCC (como el AA de Alcohólicos Anónimos), para algunos de los adversarios de su gobierno a quienes calificó como enfermos de ambición y corrupción.
“Lo decía el padre Hidalgo cuando lo estaban excomulgando, les señalaba a los que lo estaban juzgando: ‘Ustedes los oligarcas sólo tienen como Dios al dinero’ y eso pasa, es una enfermedad. Dicen que cuando llegaron los conquistadores decían: ‘Nosotros tenemos una enfermedad que sólo se cura con el oro’. Esa ambición, esa enfermedad, es la que tenemos que tratar y que acepten que están enfermos, o sea, para poderse curar. Vamos a crear una especie de, le vamos a llamar las dos o tres, la 3R. No, la 3C para que se traten, es que, de veras, es un problema serio”, criticó.
“Es una especie de enajenación la corrupción, por eso habló de enfermedad. Vamos ahora a que al corrupto se le señale y que sea incómodo ser corrupto, se puede lograr este cambio importantísimo.
“Algunos tenían como forma de vida la corrupción, es decir: ‘Eres un tonto si no aprovechas la oportunidad’”, señaló.
“Están muy inquietos y nerviosos porque por mucho tiempo se acostumbraron a robar”, indicó.
El Presidente también respondió a una publicación del diario estadounidense The New York Times, que señalaba que en México no era delito grave la corrupción.
“[Carlos] Salinas promovió que se reformara el Código Penal, 1994, para que se quitaran como delitos graves hechos de corrupción, [desde] 1994 hasta nuestros días. Veinticinco años en que si alguien robaba podía salir bajo fianza, tenía derecho a fianza. Esto para el New York Times, con dedicatoria”, indicó.
