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ariadna.garcia@eluniversal.com.mx
El PRI puede dar mucho, simplemente es necesario que regrese a sus orígenes, que volteen a ver a su militancia y que el grupo que toma las decisiones deje de hacerlo, consideró Ivonne Ortega.
Exgobernadora de Yucatán, Ortega Pacheco levantó la mano para dirigir al PRI. Es más, cuenta ya con un plan de trabajo para sacar adelante al partido, en donde por delante se trabajará de la mano con la dirigencia.
Pero para todo ello, advirtió, se necesita regresar a las bases, las cuales están dolidas y heridas porque no se les toma en cuenta.
Lo de los años 70 y 80, en donde una figura era la que tomaba las decisiones, advirtió en entrevista con EL UNIVERSAL, ya no funciona.
La convocatoria para la sucesión en la dirigencia nacional priista, consideró, bien puede ser entre 3 y 4 de marzo próximo, cuando el Revolucionario Institucional cumplirá 90 años de existencia.
¿ En qué condición podemos ubicar hoy día al PRI?
—El PRI está dolido, los militantes están dolidos, están heridos entre sí y entienden en esa propia herida que hay que reconciliarnos, hay que sanar las heridas. Yo he comentado que podemos lamernos la herida y abrirla más, sangrarla o poner un curita, una venda, salir a buscar lo que queda de la militancia, convencerla, volverle a dar voz. Que tome decisiones en lo que verdaderamente le importa. Le importa la dirigencia, la nacional sí, pero les importan también las estatales y municipales. Es importante que reconozcamos de dónde estamos partiendo: de un PRI lastimado, dolido, muchos de nuestros militantes defendieron la camiseta a capa y espada, dieron la cara, tocaron la puerta, recibieron insultos y ahí estuvieron.
¿De dónde viene la herida?
—Yo creo que se fue haciendo poco a poco, mucho tiempo atrás. Las de las cosas que yo cuestionaba en la aspiración pasada para buscar la candidatura a la Presidencia de la República, precisamente era que regresáramos al origen, a nuestra base, que le permitiéramos a los militantes y simpatizantes opinar sobre los candidatos, lamentablemente no se escuchó. Pero no es un tema de ahorita, sino que la militancia viene mucho tiempo pidiendo ser parte de las decisiones del partido. ¿Qué les importa? Pues quién nos va a gobernar, querían opinar sobre las candidaturas; a lo mejor algo que resultaba, hoy ya no.
El PRI original.
—Es regresar al origen, el territorio, la base, en el que los políticos no se suban al ladrillito o se sienten en la silla, sino que estén dispuestos a que les digan en qué no están de acuerdo, y por qué no están de acuerdo.
¿Quién o quiénes tienen que sacar las manos del PRI para que pueda llegar a la dirigencia?
—Más que querer llegar a la dirigencia, yo no estoy diciendo háganme dirigente nacional del PRI, lo que estoy diciendo es abran el proceso para que sean los militantes los que escojan quién puede ser la o el mejor presidente en el partido. Si la militancia me escoge a mí, tengan la plena seguridad de que me voy a romper el alma para regresar al territorio, para reconocer esos liderazgos que se hicieron a un lado y probablemente por eso llegamos hasta donde estamos, pero si la militancia ve que hay otro cuadro que puede ser mejor que yo y me gana en una consulta abierta, sin dados cargados, sin candados para la competencia, con muchísimo gusto voy a levantarle la mano y me voy a romper el alma con el mismo gusto, al igual que él, para recuperar al partido. Pero que sea una consulta abierta.
¿Quiénes tienen que sacar las manos? Más que sacar las manos, meterlas para que la convocatoria sea pronto. Qué mejor escenario para demandar la convocatoria, que el aniversario del partido el 3 y 4 de marzo cuando cumple 90 años de su formación.
—El tiempo está muy justo, no hay muchas señales, pero cuando se tiene voluntad, se puede hacer.
¿Percibe esa voluntad en el Comité Ejecutivo Nacional?
—Yo lo que puedo hablar, es lo único que he conocido, es lo que declaró la dirigente nacional [Claudia Ruiz Massieu], la voluntad de que sea mediante una consulta abierta. En esa voluntad no habla de tiempos y creo que sí es importante que puedan hablar de tiempos, puesto que su periodo se acaba el 20 de agosto y, de acuerdo al estatuto, tendrá 10 días más para que pueda haber un presidente interino, y éste tendría 60 días para convocar a un proceso. El estatuto contempla tres métodos de elección: por Consejo Político, Asamblea de Delegados y consulta abierta. Si queremos que sea de consulta abierta, entremos de una vez a que todos los que estén pensando en participar levanten la mano con total transparencia y muchos de los que están pensando, probablemente estén esperando la convocatoria para ver primero si la hay y qué condiciones tiene para analizar si se inscriben.
Cuando habla de dados cargados ¿Se refiere al caso del gobernador de Campeche?
—Primero hay que preguntarle al gobernador. Pero él [Alejandro Moreno] tiene una condición en la que tendrá que platicar con sus electores, tiene dos años y fracción que llegó al gobierno, es una responsabilidad muy alta, yo fui gobernadora de Yucatán, entonces tú pides la confianza para gobernar y con qué carácter sales y dices aquí les dejo la confianza que me dieron. Es un tema personal de cada quien. Si él decidiera contender será muy enriquecedor para todos.
Cuando digo dados cargados es que la convocatoria no tenga dedicatoria, vamos a decirlo de alguna manera, porque a veces ponen que firmen sectores, que pases el examen. Quitar esas cosas que generan mala interpretación, que limita la oportunidad.
¿El partido no refleja una definición exacta de oposición?
—Por eso tenemos que recorrer con la militancia, porque el partido que queremos ser no lo define una, dos o un grupo de personas, lo define la militancia. Yo siendo dirigente del PRI, si me dieran esa oportunidad, los militantes primero deben entender que el país no es igual en todos lados. No es lo mismo lo que se vive en Yucatán, o en el norte, que en el centro.
No es una posición, y eso lo tiene que entender el que llegue a la dirigencia, y si es en mi caso, lo tengo claro, no es una decisión de qué oposición quiere ser Ivonne Ortega. Si Ivonne quiere oponerse a todo lo que sistemáticamente proponga el gobierno o quiere apoyar todo. Tendría que ser un consenso con la militancia, que eso será un paso después, para definir qué partido, en este momento de oposición, queremos ser, y ahí tendrá que transitar respecto a decisiones que no hemos querido asumir, como la postura sobre el aborto, la legalización de la marihuana y matrimonio igualitario, y hay 20 o 30 temas en donde el partido tendrá que definir cuál es la posición que quiere asumir. Probablemente vamos a encontrar una militancia que respalde el tema de huachicoleo, yo pregunté en redes y en corto se respalda, consulté el tema de la Guardia Nacional y no están de acuerdo, pero nuestros diputados votaron a favor. No podemos estar tomando decisiones, incluso siendo responsables de los diputados, pensando en qué puede ser lo mejor para el país, no estoy cuestionando el voto de los legisladores, pero el voto más responsable es el que viene acompañado de la militancia.
¿Tiene oportunidad el partido?
—La oportunidad que se debe aprovechar en este altísimo grado de dificultad en el que estamos. Cuando hemos estado en situaciones complejas, es cuando sacamos lo mejor de nuestro talento. Hay PRI vivo nada más que tenemos que salir a buscar.
Hay que tocar la puerta y el corazón de los militantes.
¿Ve complicado que el PRI vuelva a gobernar en el Ejecutivo federal en un corto plazo?
—No lo veo complicado. Lo que nos dice hoy la democracia en México es que no hay derrotas para siempre ni triunfos para siempre, todos tenemos que asumir la responsabilidad que nos toca y entender el momento.
¿Cómo puede llegar el partido a los 100 años?
—Pongo en la mesa mi talento y formación en oposición, para que en el centenario del partido puedan ver un partido fuerte con viabilidad política y oportunidad política.