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Sebastián Aguilera Brenes, de 23 años, es uno de los diputados más jóvenes de la 64 Legislatura. Reconoce que en México la política está dañada y resentida. Hay un divorcio entre los gobiernos y los ciudadanos, afirma, y su partido, Morena, tiene la misión de cambiar esa visión.
Ha ganado medallas como integrante de la Selección Mexicana de Natación en los Juegos Centroamericanos de Panamá y en olimpiadas a nivel nacional.
El también admirador de Michael Phelps asegura que independientemente de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sea fanático del béisbol, se debe apoyar a todas las disciplinas, porque, dice, son un excelente método de prevención contra la diabetes infantil y la inseguridad, particularmente en los estados del norte.
En entrevista con EL UNIVERSAL, afirma que no se requiere dar más presupuesto al deporte, sino que se tiene que transparentar y hacer equitativo, puesto que el problema de la falta de apoyo a los atletas se debe a que la rendición de cuentas en este sector es muy endeble.
¿Cómo llegó a ser diputado?
—Mi primo hermano tiene 12 años siguiendo a Andrés Manuel López Obrador en su lucha por el país y él me invitaba al partido, pero yo traía el tema de la natación y entré a estudiar Derecho en la Universidad Autónoma de Chihuahua, y poco a poco me fue gustando el tema de la política.
El método para elegir a los diputados en Morena por la vía plurinominal es que en cada distrito se celebran asambleas con militantes, y por medio de votaciones se selecciona a cinco hombres y cinco mujeres, ahí entré yo y luego fue la tómbola.
Llegué en febrero de este año y quedé en el lugar número ocho, entramos alrededor de unos 15.
¿Cuánto tiempo tiene militando en Morena?
—Tres años. Empecé con distintas actividades: entrega de cartas, seguimiento con la gente, formar comités estatales y municipales.
¿Por qué eligió militar en Morena y no en otro partido?
—Es el primer partido en el que milito por sus ideales y porque es en el que encaja mi persona y la forma de ver las cosas respecto a la sociedad.
Antes de convertirse en diputado, ¿a qué se dedicaba?
—Al estudio. A mí me falta todavía un año de leyes y mi meta era litigar, desenvolverme en el área de Derecho Penal, y en el deporte de alto rendimiento. Practiqué natación desde los cuatro años y lo dejé a los 20.
¿Llegó a competir?
—Fui mundialista en 2013, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Fui varias veces campeón nacional y en Panamá en unos Centroamericanos.
El ambiente del deporte es muy sano, al ir como selección tenemos muy clara la meta, cada quien es sus pruebas tiene un reto muy fuerte, porque vas cargando la bandera.
¿Ganó medallas?
—En los [Juegos] Centroamericanos gané bronce en la prueba de 100 metros de dorso. A nivel nacional, sin querer ser presumido, gané varias medallas y en el mundial de 2013.
¿Qué opina de que López Obrador le dará más apoyo al béisbol?
—Se le tiene que dar prioridad a todos [los deportes], no es que sea uno más que otro. Respeto que él sea fan del béisbol, pero también los hay de futbol, de americano, se tiene que dar equilibrio y apoyar a la educación física, no tanto a un deporte en particular, se tiene que ver como un tema de prevención.
Hay muchos problemas de salud, a nivel mundial somos el primer lugar en obesidad infantil, son cosas que se pueden prevenir, y te puedes salvar y reducir el número de personas que pueden sufrir la enfermedad.
El deporte se usa también para combatir la inseguridad, porque ayuda a la cohesión social.
¿Por qué la natación?
—Yo caí en la natación porque era muy inquieto y por eso mis papás me llevaron a nadar, yo tendría cinco años, me mandaron a un curso de verano y pues vieron que era bueno, y me dejaron en natación, los profesores decían: ‘Déjenlo más tiempo, es bueno’, y así fue como me encaminé. De alto rendimiento lo agarré cuando conocí a un cubano que era el entrenador de la selección de Chihuahua y él me fue formando. Ya no seguí porque me lesioné el hombro, me faltaba poco para los Juegos Olímpicos, pero pues ya ni modo, en vez de la rodilla fue el hombro.
Cuando fui a los [Juegos] Centromericanos y gané la medalla de bronce, me quedé dormido y casi no llego a la competencia, pero los nervios y la adrenalina me hizo dar un buen resultado, lo más padre fue que saqué la medalla de relevo, porque ahí a los que son tus contrincantes en nacionales se hacen mi equipo porque vamos como país, eso es muy padre.
También cuando te entregan las medallas es muy emocionante ver cuando levantan la bandera; me ganaron dos venezolanos.
¿Cuál es el presupuesto que debe tener el deporte?
—No se necesita tener grandes cantidades, sino observar cómo se administra. Para que sea de manera eficiente, hace falta transparencia en el recurso que se le da al deporte, se tiene que combatir la corrupción en el área, además de distribuirlo de manera equitativa. A los deportistas se les debe reconocer, porque cuando en una familia hay un deportista todos cambian su vida entorno a él.
En el deporte hay apoyo, pero también hay preferencialismo.
¿Cuál es su agenda?
—En cuanto al deporte, hay que dar prioridad al posicionamiento al deporte mexicano a nivel nacional, darle atención al de alto rendimiento, ver que en el modelo educativo se incluya más, porque al parecer le rebajaron las horas a la educación física, cuando el deporte es un método de prevención de enfermedades.
La mayoría de los niños no hacen ejercicio, más allá del que hacen en sus horas de escuela.
En el tema de juventud, yo tengo 23 años, y Morena da oportunidad a los jóvenes. Tenemos que trabajar en abrir espacios. En cuanto a derechos humanos, vamos a trabajar en el apoyo a los pueblos indígenas, sobre todo a los rarámuris de Chihuahua, puesto que ellos sufren mucho por ser desplazados de manera forzada, traemos una iniciativa para tipificar el desplazamiento forzado.
¿Cuál es el deportista profesional que más admira?
—Michael Phelps, es el máximo ganador de medallas olímpicas.
Y si hablamos de políticos, ¿quién es para usted el mejor?
—Andrés Manuel López Obrador es una persona que nos está demostrando que quiere un cambio, que toma en cuenta a la gente, es la mayor virtud que puede tener un político: la nobleza y ya vimos cómo nos tienen los tecnócratas [del país].
¿Qué actividad le gusta hacer en sus tiempos libres?
—Me gusta mucho turistear, conocer nuevos lugares.
¿Cuál fue el título del último libro que leyó?
—Estaba leyendo El Arte de la Guerra, de Sun Tzu.
Un tío me lo recomendó, me dijo: ‘De ahí agarras muchos consejos’.
¿Qué opina de la política?
—Ahorita está dañada, resentida, hay un divorcio entre la política, los gobiernos y los ciudadanos. Como nuevo sistema tenemos que tener la misión de cambiar esa visión. La confianza se gana, y nosotros como jóvenes tenemos que trabajar por el país, tenemos que tener claro cuáles son nuestros objetivos y metas para trabajar en ellas. A mí me falta un año para terminar la carrera de leyes, con planes a futuro a estudiar una maestría en Derechos Humanos, espero terminar en una universidad de la Ciudad de México.