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La disputa entre corrientes del PRD por el método de elección del candidato presidencial, trabó la aprobación del convenio de coalición para ir con el Frente Ciudadano por México, de cara a las elecciones de 2018.
Durante el primer día de Consejo Nacional perredista, la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), apoyada por Izquierda Democrática Nacional (IDN) y Vanguardia Progresista (VP), advirtió que si no existe un consenso entre PAN, PRD y MC para elegir candidaturas, se caería en imposición.
El senador Luis Sánchez, de ADN, afirmó que PAN y Movimiento Ciudadano buscan etiquetar la candidatura presidencial del dirigente de Acción Nacional, Ricardo Anaya, y ponerlo en el convenio de coalición.
“No vamos a aceptar un acuerdo en los términos que propone PAN y MC”, aseguró.
En entrevista, Héctor Bautista, coordinador nacional de ADN, alertó que si PAN y MC no escuchan la propuesta, el PRD podría ir solo, con candidato propio, o a unirse al llamado de la izquierda en las elecciones federales del próximo año.
“La coalición debiera ser el encuentro de los demócratas, y el único procedimiento que va a legitimar al candidato del Frente Ciudadano, y para que encuentre amplio consenso en las militancias de los partidos, es a través de un proceso dem ocrático, porque si no, lo otro huele a imposición y yo no sé si la militancia estaría dispuesta a disciplinarse con una decisión desde arriba.
“Si no encontramos eco en nuestros interlocutores, creo que el PRD está obligado a revisar dos posibilidades: ir solo, con candidato propio, o volver a hacer un llamado a la coalición de izquierdas”, afirmó.
Llama a la mesura. Por su parte, la presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales, lanzó un llamado a sus correligionarios a que, de cara a las elecciones de 2018, las aspiraciones de unos, no impliquen la derrota de todos.
Desde la tribuna del Consejo Nacional perredista, la senadora convocó a aquellos que tienen aspiraciones legítimas y que buscan un espacio a ir en unidad en el proceso electoral de 2018.
“Lo más importante es que estas aspiraciones legítimas de unos, de ninguna manera puedan implicar la derrota de todos. Lo digo porque habrá que trabajar en un método y, sobre todo, habrá que garantizar que siga adelante este esfuerzo que venimos impulsando”, indicó.
A pesar de que el Consejo Nacional perredista tiene como agenda discutir el día de hoy el convenio de coalición del Frente Ciudadano por México, Héctor Bautista adelantó que la aprobación de la alianza se llevaría unos diez días, pues tendrán que legitimar todas las candidaturas.
En tanto, la corriente Nueva Izquierda afirmó que no hay condiciones para una consulta abierta a la ciudadanía como método para definir al candidato presidencial.
Jesús Zambrano, ex dirigente del sol azteca, señaló que el Frente no corre riesgo de descarrilarse.
En entrevista, Jesús Ortega reiteró que la propuesta de Nueva Izquierda es la realización de encuestas, consulta ponderada a los afiliados de los partidos que integran el Frente y ciudadanos en general.
Ayer, EL UNIVERSAL publicó que ADN se había anticipado con una inconformidad a que aprobaran el Frente debido a que PAN y PRD quieren obligarlos a que la candidatura del Frente sea para el blanquiazul.
En respuesta, Héctor Serrano, coordinador nacional de Vanguardia Progresista, afirmó a este diario que no entregarán un “cheque en blanco” a nadie.
“Existe una relación que se está consolidando con diferentes actos, pero que aún no concluye, sobre todo en la parte que tiene que ver con la definición del método y el singlado [rumbo] que debe aparecer en el convenio de coalición. No podemos entregar un cheque en blanco a nadie”, aseveró.
Aclaró que no es un asunto de amagar ni mucho menos de dar una señal de rompimiento, sino definir que el PRD es un partido unido y “defender a nuestra militancia y a nuestro partido”.
Aprueban convocatoria. Ayer, se aprobó, por unanimidad de los 261 asistentes al Consejo Nacional, la convocatoria para la elección presidencial, diputados federales y senadores, en donde sólo 20% de las candidaturas serán para externos, es decir ciudadanos sin partido.