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Tras destacar que México ha sido una nación solidaria en tiempos de guerra, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, alertó sobre la existencia de focos de exilio que existen por todo el mundo.
En 1939, recordó, España vivió una guerra civil que obligó a miles de españoles a exiliarse en México. En 2019, añadió, hay sirios que huyen de la guerra, africanos que corren del hambre y venezolanos que salen de un régimen hostil.
“No arrojemos ningún romanticismo sobre el exilio, es siempre un trance terrible. Miremos hoy hacia los exiliados actuales de tantos países que viven vidas truncadas, hacia los migrantes que huyen de la miseria o de la violencia”, reflexionó.
Sánchez Pérez-Castejón estuvo en el Colegio de México, institución académica creada para “abrazar” a cientos de exiliados españoles.
En el recinto dictó la conferencia México en tierra de acogida: 80años del exilio republicano español , en la que recordó que la tierra azteca permitió a miles de españoles resucitar y rehacer su vida.
Hizo referencia a lo que ocurre en Venezuela, nación que —dijo— está en la atención pública.
“Ningún gobernante es virtuoso ni tiene legitimidad si sus ciudadanos se ven obligados a marcharse de su país. Dan igual las razones doctrinales que tenga, los intereses que estén en juego, la migración forzada o el exilio son inaceptables”.
Sánchez Pérez-Castejón indicó que la democracia no es sólo un sistema electoral, respeta las minorías y permite a sus ciudadanos establecer un proyecto de vida autónomo y libre: “Si esos ciudadanos tienen que marcharse en busca de un plato de comida o de libertad, como lleva años pasando en Venezuela, la democracia se revienta”.
Las personas que salen de su país, añadió, son seres humanos y no actores de un juego de geoestrategia, no tienen códigos de barras.
“Creo en la política, pero sólo si es capaz de mirar todo en sus dimensiones humanas, si trata de mejorar la vida de la gente, si se acuerda de que muchas personas abandonan a la fuerza su pequeña patria”.
Defendió que su gestión quiere recuperar la memoria del exilio republicano para España y darlo a conocer entre los españoles jóvenes.
Advirtió que en el mundo hay nostálgicos de los tiempos de los nacionalismos: “En España ha vuelto a haber nostálgicos del franquismo, apuestan por recortar los derechos de las mujeres o de los que piensan distinto a ellos, apuestan por cerrar España para que nadie pueda encontrar en ese país su segunda oportunidad vital, apuestan en definitiva por reivindicar lo peor de nuestra historia”.
México, país refugio. Hizo énfasis en el final de la guerra civil española que expulsó a casi medio millón de personas con nombre y apellido, de los cuáles un buen número de ellos llegaron a México y, por ello, resaltó, España tiene una deuda impagable con los mexicanos.
Hoy día, en tiempos de migraciones turbulentas, apuntó, México sigue siendo tierra que recibe a las personas que huyen de la persecución o de la miseria.
Recordó que el exilio español estuvo compuesto de los mejores poetas, creadores, intelectuales, pero también asalariados, amas de casa, médicos, entre otros.
Clamó por un mundo en el que el exilio no ocurra, en el que las Naciones Unidas y el multilateralismo —cuestionado hoy día— tengan la fuerza de imponer la prudencia y de frenar cualquier instinto bélico.