México puede jugar un papel importante para la solución del conflicto político, social y económico en Venezuela, pero siempre y cuando se conduzca con el respeto a la normatividad interna de esa nación, consideró el diputado de la Asamblea Nacional Juan Andrés Mejía.

De visita por México para promover el proyecto de Plan País, el cual impulsa el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, indicó que no le queda claro cuál es la posición mexicana sobre el reconocimiento presidencial en Venezuela.

Cuestionó, en entrevista con EL UNIVERSAL, si México reconoce o no a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, hecho que se dio en un acto legal y con el apoyo de 100 diputados.

Las condenas que hace México a hechos violentos que ocurren en Venezuela, sobre todo contra la oposición, indicó, deben venir acompañadas del reconocimiento a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.

¿Cómo están trabajando en el tema del Plan País?

—Nuestra presencia en México es parte de una gira que hemos estado haciendo en países de la región, con el objetivo de demostrar que la alternativa democrática en Venezuela es más que una coalición, realmente es una plataforma que une partidos, ONG, sindicatos, universidades, y que más allá del liderazgo que tienen, que hoy lo encabeza Juan Guaidó, que es presidente de la Asamblea Nacional, existe una visión de hacia dónde queremos ir.

No se trata solamente de oponerse a [Nicolás] Maduro y a sus políticas simplemente por el hecho de oponerse, sino porque realmente tenemos una mejor propuesta que significaría una solución al problema que estamos viviendo.

México tiene un papel fundamental en el rescate de nuestro país, [pues] es la segunda nación más grande de Latinoamérica, pero además tiene grandes similitudes con Venezuela. Ha tenido, quizá en este momento no esté en su apogeo, una industria petrolera energética importante y ha intentado llevar adelante políticas para recuperar esa industria con resultados mixtos.

Nosotros creemos que tenemos mucho que aprender de eso. México ha logrado una estabilidad en materia macroeconómica durante los últimos 20 años, a la cual nosotros queremos apuntar, pero también aprender, pues quizá esa estabilidad no sea suficiente y eso tal vez explica lo que está ocurriendo.

Sin la parte política resuelta, ¿lo económico puede funcionar?

—No, por supuesto que no, ni social ni económica, y ese es un punto central de esta discusión.

Lo nuestro es una propuesta que solamente es viable con un cambio de gobierno, con un nuevo presidente en Miraflores, porque el mundo y los venezolanos ya no confían en Nicolás Maduro.

Han tenido demasiadas oportunidades, demasiado dinero y lo han despilfarrado, malgastado.

Se ha robado y ya no tiene sentido seguir intentando algo que no ha dado resultados.

¿En el Plan País entra la parte política de crear grupos externos para una solución?

—Son cosas distintas. Plan País es una iniciativa, una plataforma de políticas públicas y de visión de país, de acuerdos generales de qué hacer con Venezuela.

Hasta ahora, y no veo ninguna señal para pensar que eso ha cambiado, el planteamiento de diálogo para [Nicolás] Maduro no es sino una estrategia para ganar tiempo y permanecer en el poder el mayor lapso posible.

Nicolás Maduro sigue haciendo cambios en el país...

—Sí, por supuesto. La realidad es que la negociación que hemos intentado en el pasado no ha significado una solución, pero tampoco una estabilización, siempre ha venido acompañada, muy lamentablemente, debo decirlo, de mayor represión, persecución y cercenación de nuestras libertades y las de todos los venezolanos.

Por ejemplo, los medios de comunicación cada vez tienen menos espacio en Venezuela, los diarios impresos ya casi no existen, las plataformas audiovisuales están extremadamente restringidas.

Guaidó encabeza la Asamblea Nacional, reconocido por el mundo entero, y es presidente, también reconocido por algunos países.

Los medios de comunicación en Venezuela, todos, sin excepción, tienen absolutamente prohibido entrevistar a Juan Guaidó en radio, televisión o prensa.

Lo mismo ocurre con cientos de ciudadanos que en Venezuela buscan alzar su voz.

Hay cientos de presos políticos, muchos de ellos militares que han sido torturados, asesinados, y [esto] no lo dice Juan Andrés Mejía, diputado de la Asamblea Nacional, lo dice la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien emitió un informe.

Por eso a veces me sorprendo un poco de las posturas de algunas actores en este país, que quizá piensen que existe una afinidad ideológica con el régimen de Maduro.

Quiero dejar eso muy claro: Nicolás Maduro no es un gobierno de izquierda, es una dictadura, aquí no hay políticas sociales para apoyar a los más necesitados.

México no reconoce a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, ¿eso les permite trabajar con el gobierno mexicano en el tema del Plan País?

—Lo estamos intentando; es decir, nosotros somos una nación soberana que quiere salir adelante con el apoyo de todos aquellos países que respeten nuestra constitución y nuestras leyes.

Creo que México puede jugar un papel importante, siempre y cuando se mantenga apegado a nuestra normativa. Un caso muy puntual e importante es que no puede haber dudas para el gobierno mexicano de quién es el presidente de la Asamblea Nacional.

Juan Guaidó fue electo en un acto público y notorio por 100 diputados, eso es casi dos tercios de la Asamblea Nacional. Hoy no me queda claro si realmente este gobierno lo reconoce como presidente. No hacerlo significa ignorar nuestra Constitución, nuestras leyes.

¿Falta mucho para encontrar una salida al conflicto que se vive en Venezuela?

—Pareciera que quien hoy ostenta el poder y maneja los cuerpos de seguridad del Estado, que es la razón fundamental por la cual se mantiene Maduro en el poder.

Maduro no se mantiene en el poder por el apoyo popular, cualquier encuesta demostraría lo contrario y por eso nosotros no tenemos ningún miedo de ir a un proceso electoral libre.

Se mantiene en el poder porque controla la fuerza. Él debe permitirle al pueblo de Venezuela, no a Juan Guaidó, no a la Asamblea Nacional, construir un mejor futuro.

Es él quien debe impedir que los venezolanos se sigan viendo obligados a salir de nuestro territorio y buscar un destino incierto en otras latitudes. Hasta ahora no ha habido voluntad y por lo tanto nosotros hemos solicitado apoyo de la comunidad internacional.

Por supuesto, también lo seguiremos haciendo e intentaremos organizar a nuestro pueblo para que de forma pacífica alce su voz y logre un cambio democrático.

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