Más Información
Biden autoriza a Ucrania ataques con misiles de EU dentro de Rusia, afirma el Washington Post; autoridades no han dado su versión
"Mejor invertir una vez"; continúa expedición de licencias permanentes en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca
VIDEO. Detienen en Barcelona a 14 presuntos miembros del Cártel de Sinaloa acusados de secuestrar y matar a un italiano
Universidad indígena que inauguró AMLO, sin presupuesto por segundo año consecutivo; sigue sin edificio propio
Mexicanas y mexicanos:
Me dirijo a ustedes para tratar un asunto de gran importancia para nuestro país. Me refiero a los acontecimientos recientes que afectan la relación entre México y los Estados Unidos.
Hace poco más de un año, como responsable de dirigir la política exterior del país, establecí dos principios fundamentales que habrían de guiar nuestra relación con la Administración del Presidente Donald Trump.
Primero. Salvaguardar, ante todo, el interés nacional, nuestra soberanía y la dignidad de los mexicanos.
Y, segundo, mantener una visión constructiva y abierta, que nos permitiera superar diferencias, enfrentar retos comunes y alcanzar acuerdos.
Hemos sido congruentes con esta visión.
Los esfuerzos del Gobierno de México se han dirigido a construir una relación institucional, de respeto mutuo y beneficio para ambas naciones.
Por eso, hemos avanzado en las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con el objetivo de mejorar la competitividad de la región y crear en ella más y mejores empleos.
También, hemos profundizado esfuerzos para combatir el crimen organizado transnacional, que tanto afecta a nuestras comunidades.
En ningún momento hemos escatimado nuestra cooperación, porque somos conscientes de la responsabilidad compartida que implica esta importante labor.
Y, por supuesto, hemos defendido todos los días los derechos de los mexicanos en Estados Unidos, siempre con respeto al marco legal de ese país vecino.
La relación bilateral conlleva enormes oportunidades, que ambas naciones debemos aprovechar.
Se trata de una relación intensa y dinámica, que naturalmente también nos presenta retos. Pero estos desafíos nunca justificarán actitudes amenazantes o faltas de respeto entre nuestros países.
Los mexicanos podemos tener diferencias entre nosotros, y más aún en tiempos de elecciones, pero estaremos siempre unidos en la defensa de la dignidad y la soberanía de nuestro país.
Por ello, ante los últimos acontecimientos, el Senado de la República, de manera unánime, condenó ayer las expresiones ofensivas e infundadas sobre los mexicanos, y demandó el trato de respeto que exige una relación entre países vecinos, socios y aliados.
A este pronunciamiento del Poder Legislativo se sumaron los candidatos a la Presidencia de la República. Independientemente de sus naturales diferencias, todos coincidieron en rechazar medidas contrarias a una buena vecindad.
Como dijo Ricardo Anaya: éste es un momento de unidad nacional. No es un tema de campañas. Es un tema de país.
Andrés Manuel López Obrador apuntó que necesitamos una relación de amistad y cooperación para el desarrollo. No el uso de la fuerza. No muros. No apostar a una mala vecindad.
José Antonio Meade señaló que es momento para que todos nos unamos en la defensa de la soberanía y la dignidad de la Nación.
Y Margarita Zavala dijo que, a la hora de defender la dignidad nacional, todos hablamos con una sola voz y exigimos respeto.
Como Presidente de todos los mexicanos, coincido con estas expresiones.
México es una Nación grande y fuerte. Somos una Nación orgullosa de su gran historia y cultura; de su presente dinámico y de un brillante futuro.
Somos un país vibrante, innovador y lleno de talento.
Somos una Nación generosa y con un gran corazón.
Pero, sobre todo, somos una Nación soberana, con valores y con principios.
Y aquí estamos, 125 millones de mexicanos, muy orgullosos de todo lo que somos.
Presidente Trump:
Si usted quiere llegar a acuerdos con México, estamos listos. Como lo hemos demostrado hasta ahora, siempre dispuestos a dialogar con seriedad, de buena fe y con espíritu constructivo.
Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones.
Sólo actuaremos en el mejor interés de los mexicanos.
Evocando las palabras de un gran Presidente de los Estados Unidos de América: no tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo.
Estamos convencidos de que, poniéndonos de acuerdo, como amigos, socios y buenos vecinos, a ambos países nos va a ir mucho mejor que confrontándonos.
Estamos listos para negociar, sí, pero siempre partiendo de la base del respeto mutuo.
Hay algo que a todos, absolutamente a todos los mexicanos nos une y nos convoca: la certeza de que nada, ni nadie está por encima de la dignidad de México.